En La Promesa, los vientos de cambio finalmente soplan en favor de Catalina y Adriano. Después de semanas cargadas de tensión, malentendidos y silencios, Catalina se enfrenta al momento más esperado: el nacimiento de sus gemelos. Sin embargo, su actitud sigue siendo arisca, en especial con Adriano, de quien rechaza la cercanía y hasta la compasión. Ella se muestra decidida a alejarlo, convencida de que no necesita su apoyo… aunque en el fondo sus sentimientos por él siguen intactos.
Adriano, que ha insistido varias veces en hablar con ella e incluso le propuso matrimonio, se siente cada vez más frustrado. Su desesperación llega al límite y está a punto de rendirse, pero Martina lo convence de no tirar la toalla, pidiéndole paciencia y comprensión ante el delicado estado de Catalina, ya en los últimos días de su embarazo.
Y justo cuando todo parece estar por explotar, Catalina rompe aguas. El parto es inminente y toda la casa se moviliza: Simona no se separa de su lado, Curro corre de un lado a otro con toallas y agua caliente, y la tensión es máxima. Afortunadamente, el doctor Ferrer tranquiliza a todos: Catalina y los bebés están bien, y no se espera ningún peligro mayor.
Pero lo más impactante está por venir. Martina, desobedeciendo el deseo de su prima, planea que Adriano descubra la gran verdad: él es el verdadero padre de los gemelos. Y aunque Catalina juró que jamás perdonaría a quien se lo revelara, parece que el destino hará su parte y Adriano lo sabrá… ¿Antes o después del parto? ¿Cómo reaccionará?
El capítulo promete emociones fuertes, giros inesperados y, quizás, el inicio de una nueva etapa para Catalina y Adriano. ¿Será este el momento que tanto esperábamos?