En el episodio 13 de Yalı Çapkını, la tensión alcanza su punto máximo. El capítulo comienza con Férit buscando refugio en la casa de Pelin, pero pronto se da cuenta de que no puede separarse de Seyrán. En medio de esta angustia, Seyrán revela la verdad sobre las fotos comprometedoras de Férit con Pelin y otra chica. Frente a la mirada intensa de Jalis, Seyrán se siente obligada a contar la verdad, lo que obviamente desagrada a Férit. Todos a su alrededor han mentido, excepto Seyrán, quien al final se ve atrapada en una situación que no esperaba.
Jalis, con furia, le da una lección a Férit sobre el honor, la dignidad y la honestidad, subrayando que estas son las cualidades que distinguen a un hombre de un animal. Férit, intentando defender a quienes lo protegieron, argumenta que no es su culpa, pero sus palabras son ignoradas cuando Jalis lo golpea y lo lanza al suelo. La sorpresa de todos es evidente, nadie dice nada mientras Férit, herido y furioso, se levanta e intenta enfrentarse a Seyrán. Cuando él se va, su madre corre tras él para calmarlo, pero no lo logra. Por otro lado, Seyrán se siente devastada y se refugia en los brazos de su hermana Suna, llorando desconsolada.
Al enterarse de lo sucedido, Abidin no logra localizar a Férit y, preocupado, va a ver a Seyrán, quien está en una habitación con Suna. Seyrán le explica que habló por miedo y que lo hizo para proteger a Férit, pensando que si todo salía a la luz, Jalis lo defendería. Abidin le dice que no tenía que haberlo hecho, pues todos están acostumbrados a mentir para proteger a Férit. Sin embargo, ahora Abidin enfrenta otro dilema: cómo resolver el problema de las fotos que Taylan tiene de Férit atacándolo. Tan pronto como Yusuf se entera de todo, llama a Kazim para informarle sobre la situación, quien se enfurece al descubrir que las fotos son recientes.
Antes de que Kazim llegue a la mansión, Jalis exige que Férit se presente ante él, pero se enfurece aún más cuando se entera de que lo dejaron ir en ese estado tan alterado. Ifakat, quien siempre trata de proteger a Orjan, va con él a ver a Jalis, pero esto no impide que Jalis lo retrate como un padre incompetente. Mientras tanto, Férit llega a la casa de Pelin, triste y perturbado, y decide llevarla a un viaje sin decirle mucho, como si fuera una escapatoria.
Pelin, sorprendida por la decisión de Férit, rápidamente se adapta y empieza a empacar sus cosas. Aunque algo en ella demuestra que tiene sentimientos por Férit, no duda en acompañarlo sin hacer muchas preguntas. El viaje se convierte en una salida de emergencia en la que Férit se lleva lo esencial, incluso su insulina, mientras Pelin intenta calmarlo. En el auto, Pelin le sugiere que se alojen en su casa de campo, lo que a Férit le parece una buena idea.
Mientras tanto, Abidin intenta resolver el asunto con Taylan de manera violenta, atacándolo en su casa, borrando sus pruebas. En la mansión, Kazim llega furioso y confronta a Jalis, diciéndole que no permitirá que se pisotee el honor de sus hijas. Jalis se ve obligado a admitir que Kazim tiene razón y promete hacer que los culpables paguen por lo sucedido. Kazim, aún enojado, decide llevarse a sus hijas a su cuarto, aislándolas de todo. Seyrán se atreve a objetar tímidamente, pero recibe una bofetada de Kazim, quien le deja claro que ya no tiene voz en la familia. Gulgun es la única que intenta defenderla, aunque los demás no hacen nada al respecto.
Una vez en la casa de campo, Pelin recibe una llamada de Gulgun, pero Férit le pide que no le cuente nada. Mientras tanto, la policía llega a la mansión en busca de Abidin por su ataque a Taylan. Ifakat y los demás, excepto Orjan, reprochan a Abidin por no haber detenido a Férit cuando este golpeó a Taylan. En la mansión, Seyrán se lamenta encerrada en la habitación con Suna, preguntándose si Férit la odiará y se quedará con Pelin.
En la casa de campo, Férit se desahoga con Pelin, pero ella, al ver su tristeza, se siente herida al darse cuenta de que Férit sigue preocupado por Seyrán. Pelin le confiesa lo cansada que está de toda esta situación, y le explica que, aunque él sea su todo, ella no está en su vida ni en sus sueños. Férit, en un intento de alejar a Pelin, le dice que ella debe seguir adelante con su vida. Sin embargo, sabe que no podrá soportar verla con otra persona. Por fin, Férit decide que él también comenzará una nueva vida y planea regresar a Nueva York. Pelin, desesperada, le ruega que no se vaya.
Esa misma noche, Férit planea escapar de la mansión, aprovechando que Kazim está dormido. Se dirige hacia su cuarto para tomar sus cosas, incluyendo su pasaporte y dinero, con la intención de irse para siempre. Sin embargo, no encuentra a Seyrán, quien, en realidad, está siendo castigada por su padre. Mientras tanto, Esme, al ver lo que está sucediendo, se atreve a llevarles comida y les permite ir al baño, mientras Seyrán trata de contactar a Férit, temerosa de que él la odie.
De vuelta en la casa de campo, Pelin, viendo lo triste que está Férit, decide ayudarlo a reunirse con Seyrán. Le manda un mensaje a Seyrán advirtiéndole que Férit se irá a Nueva York a las 11 de la mañana al día siguiente, y le pide que haga todo lo posible para evitar que se vaya. Con la ayuda de Suna, Seyrán escapa para llegar al aeropuerto, sin saber exactamente cómo pedirá ayuda. Finalmente, con la ayuda de Yusuf, quien aún no sabe por qué están allí, llegan al aeropuerto justo cuando Férit está a punto de abordar su vuelo.
Al verlo, Seyrán grita su nombre, y Férit, sorprendido, se da la vuelta. En ese momento, Seyrán le pregunta qué hará, y Férit le dice que se irá a Nueva York. En un acto desesperado, Seyrán le dice que si se va, no habrá más celos ni sentimientos de su parte, aunque en su interior sabe que no puede dejarlo ir. Férit, herido por las palabras de Seyrán, le responde que ya no le importa, que está cansado de ser maltratado por ella, y que quiere irse para vivir su vida en paz. En un impulso, Seyrán se lanza a besarlo, y ambos se entregan a un beso apasionado, sin importarles nada más.
El episodio termina con ambos abrazados, mientras Yusuf y Pelin observan desde lejos, sintiendo el dolor de ver a su amor besar a otra persona. Este episodio tan intenso cierra con una de las escenas más emocionantes de la serie, dejando claro que la relación entre Férit y Seyrán no está tan lejos de ser reavivada.
