La nueva semana en “Sueños de libertad” se presenta cargada de tensiones, secretos y giros inesperados que ponen a prueba a cada uno de los personajes y su lucha por mantener su libertad y proteger a quienes aman. El misterio sobre la muerte de Jesús cobra más fuerza, al tiempo que la familia De la Reina enfrenta una tormenta de decisiones que podrían cambiar su destino para siempre.

En el capítulo 309, la historia inicia en una atmósfera de celebración para la familia De la Reina. La pequeña Julia deslumbra a todos con su papel de Cenicienta en la obra del colegio, recibiendo elogios y abrazos de sus padres y seres queridos, que desbordan orgullo y felicidad. Sin embargo, esta alegría efímera se ve interrumpida abruptamente con la llegada de María, cuya presencia impone un aire frío y sombrío, apagando la luz del momento.

María, con su característico porte altivo, irrumpe para anunciar que tiene decidido vender las acciones de Julia en la empresa familiar al mejor postor, poniendo en riesgo el futuro de la niña. Andrés, visiblemente afectado, intenta resistir esta amenaza, pero antes de que pueda reaccionar, aparece Brossard, un personaje enigmático que promete complicar aún más la situación con su inesperada propuesta para negociar.

Mientras tanto, en la clínica del pueblo, la salud de Teo preocupa a todos. Gema, desesperada por conectar con su hijo adoptivo, sufre al ver cómo este la rechaza y prefiere la compañía de Luz, quien parece generar en el niño una calma inesperada. Este distanciamiento hiere profundamente a Gema, que no entiende por qué su propio hijo no la acepta, generando un conflicto emocional que se intensifica a medida que el niño revela miedos profundos que marcarán su adaptación.

Por otro lado, Don Pedro, consumido por los celos y la frustración, se enfrenta a la oposición de Digna y la influencia de Damián, quienes cuestionan sus planes para adquirir las acciones de Julia. En medio de este enfrentamiento, Irene confronta a Don Pedro con duras verdades, acusándolo de actuar motivado solo por su ego y sed de venganza, lo que provoca una amarga reflexión en el empresario.

En contraste con esta atmósfera tensa, Galerías Miranda es escenario de esperanzas renovadas: Luis recibe la aprobación para su propuesta, y junto a Marta y Tasio, quienes trabajan en el nuevo perfume, empieza a vislumbrar un futuro prometedor donde la unión familiar podría fortalecerse nuevamente.

Pero la calma es solo momentánea, porque Damián y Andrés están decididos a impedir que María entregue las acciones de Julia a un extraño. En una reunión urgente, Digna comparte la idea de que sean ellos mismos quienes compren las acciones para proteger a Julia. Aunque Andrés entiende la gravedad del momento, sabe que el mayor obstáculo no es económico, sino el profundo conflicto emocional que le impide negociar con María.

Paralelamente, se revela un secreto que complicará aún más las relaciones familiares: María y Raúl mantienen encuentros clandestinos que son descubiertos por Manuela, quien queda impactada y preocupada por lo que ha presenciado.

El rechazo constante de Teo hacia Gema llega a un punto crítico, provocando en ella una reacción impulsiva, evidenciando que algo se ha roto irremediablemente entre madre e hijo. Mientras tanto, Tasio sigue ilusionado con el perfume y el trabajo en familia, aunque Carmen comienza a notar que la ausencia emocional de Francisca amenaza con desestabilizar la armonía en la tienda.

En otro giro, Andrés intenta negociar con María la compra de las acciones, pero ella impone una condición inaceptable: quiere que Begoña sea expulsada de la casa para siempre. Esta exigencia golpea duramente a Andrés, quien sabe que ceder significaría abrir heridas profundas e irreparables.

Las horas se vuelven decisivas para los De la Reina, quienes están ante decisiones que pondrán a prueba su amor, dignidad y resistencia. ¿Hasta dónde estarán dispuestos a llegar para proteger lo que aman? El destino de Julia, la familia y la empresa penden de un hilo muy delgado, mientras las conspiraciones y traiciones continúan desplegándose.

En el capítulo 310, la tensión se traslada a Toledo, donde los Merino se levantan con determinación para impedir que Don Pedro se haga con el control de las acciones de Julia. Joaquín y Luis, conscientes de que el tiempo es limitado, trazan un plan urgente para bloquear los intereses de Pedro y proteger a la niña de un futuro incierto.

En la mansión De la Reina, Marta y Damián creen que Andrés debe aceptar el chantaje de María temporalmente y sugieren que use su casa del bosque para los encuentros secretos, buscando evitar un daño mayor. Sin embargo, Andrés rechaza esta idea con vehemencia, afirmando que jamás sacrificaría la dignidad de su familia, dejando claro que hay límites que no está dispuesto a cruzar.

Por otro lado, la crisis emocional entre Gema y Teo continúa mientras Luz logra identificar los miedos que atormentan al niño, mientras Digna descubre un dolor aún mayor en el pequeño tras escuchar una conversación entre Teo y su tío, que la hace cuestionar la decisión de separarlo de su entorno original.

Manuela advierte a Claudia sobre Raúl, revelando su experiencia y desconfianza, pero Claudia confiesa que está enamorada de Raúl, anticipando conflictos que amenazan con desestabilizar aún más las relaciones.

En Galerías Miranda, la situación empeora cuando un violento robo pone en peligro las muestras y pedidos, amenazando un importante acuerdo comercial y el futuro de la empresa familiar. Tasio, desesperado, busca ayuda en Raúl, lo que provoca la ira contenida de María, celosa y resentida.

Mientras tanto, Digna intenta persuadir a Don Pedro para que retire su oferta, pero él se niega firmemente, lo que mantiene la tensión al máximo.

El drama se intensifica cuando Doña Clara sufre un accidente, generando más preocupación en la familia. En la mansión, María celebra la supuesta venta de las acciones a Don Pedro, solo para ser interrumpida por Begoña, quien guarda un secreto crucial que podría cambiarlo todo. Su determinación y revelación impactan profundamente a María, sembrando dudas y miedo donde antes solo había arrogancia.

La trama avanza hacia un punto de inflexión dramático, donde las alianzas, traiciones y decisiones difíciles marcarán un antes y un después. En “Sueños de libertad”, nadie puede predecir aún qué pruebas enfrentarán y cuánto estarán dispuestos a sacrificar por amor, justicia y la tan ansiada libertad.