En la semana del 9 al 13 de junio, la tensión se intensifica en el palacio de La Promesa, y muchos secretos salen a la luz mientras las emociones se desbordan. Serán solo cuatro episodios, ya que el miércoles no habrá emisión por el partido entre Eslovaquia y España Sub-21. Aun así, los capítulos que sí veremos estarán cargados de drama, revelaciones impactantes y decisiones dolorosas.

Todo comienza con una reprimenda de Alonso a su sobrino Curro. El joven ha tenido un fuerte enfrentamiento verbal con don Lisandro, al que ha hablado sin el debido respeto. Alonso, como cabeza de familia, no duda en obligarlo a que se disculpe. Curro, aunque acata la orden, lo hace con visible incomodidad y resentimiento, reprochándole después al marqués que le haya hecho humillarse de esa manera.

Pero el verdadero dolor de Curro no viene solo de este episodio, sino de una pérdida irreparable: la muerte de su madre, Eugenia. Este hecho lo tiene completamente destrozado y hundido emocionalmente. La única persona capaz de darle algo de consuelo es Ángela. En un momento de ternura, ambos se abrazan, buscando refugio en el dolor compartido. Sin embargo, Leocadia presencia esta escena y la desaprueba profundamente. En su mente, no es apropiado ese tipo de cercanía entre una señorita como Ángela y un joven noble como Curro.

Leocadia, decidida a mantener las distancias entre ambos, reprende a Ángela por la muestra de afecto. Además, manipula la situación para conseguir que Alonso hable directamente con Curro y le exija frialdad con la muchacha. Pero la conexión entre ellos es tan fuerte que estas advertencias apenas surten efecto. Es entonces cuando Leocadia, viendo que no logra imponer su voluntad, toma una medida drástica que afectará profundamente a Ángela. Aunque aún no se revela qué acción concreta toma, todo apunta a una separación directa entre los jóvenes.

Por otro lado, Manuel decide intervenir en un tema que ha traído bastante conflicto: la deuda de Toño. Gracias a la ayuda financiera de Leocadia, el joven consigue saldar el compromiso económico del campesino. No obstante, al pedirle que trate de recuperar a su esposa y a sus hijos, Toño se niega tajantemente a comprometerse en ese sentido. Poco después, Manuel comparte con Simona un descubrimiento que podría cambiarlo todo: Toño y Norberta, en realidad, nunca estuvieron legalmente casados. Esta noticia deja impactada a la cocinera, quien rápidamente se lo cuenta a su compañera Candela.

Mientras tanto, otra tensión surge en la casa. Catalina y Martina han decidido despedir a Petra sin consultar con Leocadia, algo que esta última no tarda en reprocharles duramente. Como consecuencia, Alonso interviene y les exige a las chicas que respeten la autoridad de Leocadia dentro del funcionamiento de la finca, recordándoles su posición.

En cuanto a Adriano, tras el incidente en el bautizo, regresa al palacio para descansar y continuar con su recuperación. Emilia y Catalina toman una decisión con respecto a él que no es de su agrado. A su vez, Lisandro, que hasta ahora había sido un personaje distante y frío, cambia por completo su actitud con Adriano, especialmente después de que este le salvara la vida. El duque incluso anuncia que quiere recompensar al labriego con un regalo muy especial, y cuando Catalina y su marido descubren de qué se trata, se quedan estupefactos.

Otro eje importante de esta semana gira en torno a una joya: una misteriosa pulsera con una esmeralda. Ricardo se la muestra a Rómulo, quien, intrigado, le pide que investigue su procedencia. Para sorpresa de todos, Pía afirma que se trata de un obsequio personal, con la intención de recuperar la pieza sin levantar sospechas. Sin embargo, más adelante, junto a Lope, se infiltra en el despacho para recuperar la pulsera y descubren algo inquietante. No se trata solo de una joya, sino de un objeto relacionado con un veneno peligroso.

Pía, Lope y Curro se embarcan en la búsqueda de la verdad detrás de esa joya. Al darse cuenta de que puede contener cianuro, los tres deciden tomar una medida desesperada y temeraria: probar el químico para comprobar si realmente es veneno. Una decisión que podría tener consecuencias muy graves.

En paralelo, Samuel continúa obsesionado con la desaparición de Petra. Pese a que él insiste en saber su paradero, nadie parece tener información o interés. El sacerdote hace una revelación inesperada: asegura que no fue Petra quien envió la carta que lo delataba, aunque no da más detalles y evita a sus compañeros. María Fernández, decidida a llegar al fondo del asunto, lo confronta directamente. Durante su conversación, Samuel le hace una sorprendente confesión que cambia por completo la perspectiva de la doncella.

María, decidida a que todo salga a la luz, insta al sacerdote a que cuente la verdad al resto del servicio. En medio de tantas intrigas, otra relación se consolida en secreto. Rómulo y Emilia confiesan finalmente a Pía y Ricardo que están juntos. Esta revelación genera un pequeño revuelo entre los cocineros, quienes se lo cuentan a la enfermera y comentan que últimamente han notado al mayordomo algo extraño y distante, como si ocultara algo más.

Así transcurre una semana cargada de giros, emociones contenidas y decisiones que cambiarán la vida de los personajes de La Promesa. La separación entre Curro y Ángela marca el tono más trágico de los episodios, mientras que los secretos del pasado y la peligrosa pulsera prometen desatar nuevos conflictos en los días venideros.

¿Podrán Curro y Ángela reencontrarse algún día? ¿Quién está detrás del envenenamiento? ¿Y qué más oculta el servicio del palacio? Todo esto y más, en los próximos episodios de La Promesa.