Avance del capítulo 612 de ‘La Promesa’ (lunes, 9 de junio)

La serie diaria La Promesa continúa cautivando a su audiencia con emocionantes giros y tensiones cada vez más elevadas. Esta semana, del 9 al 13 de junio, se emitirán los capítulos 612, 613, 614 y 615 (con excepción del miércoles, día en que no habrá emisión). Lo que promete ser una semana cargada de emociones comienza con un ambiente de transición en el palacio tras la caída de Petra y el retorno de varios personajes clave.

Un nuevo equilibrio en La Promesa: el regreso de Pía y el fin del reinado de Petra

Con la salida definitiva de Petra, la tensión en el servicio comienza a disiparse. Pía es restituida como ama de llaves, recuperando su lugar con el apoyo de los Luján. Para muchos, su retorno simboliza una nueva etapa de equilibrio y esperanza en La Promesa, donde la convivencia vuelve a ser posible. La noticia alegra especialmente a María, quien la comparte con entusiasmo con Samuel.

Sin embargo, el alivio no es universal. Samuel, aunque celebra la restitución de Pía, critica la manera en que Petra fue despedida, recordando sus años de leal servicio. Cree que la familia ha sido injusta y demasiado dura con ella, dejando entrever que, aunque Petra cometió errores, merecía una salida más digna.

El regreso de Adriano: un homenaje inesperado… y rechazado

Otro momento clave de la semana es el regreso de Adriano, quien tras su recuperación vuelve a La Promesa, recibido con alegría por todos. Incluso el duque de Carvajal y Cifuentes se muestra especialmente atento, deseoso de homenajearlo como corresponde a su posición. Para celebrarlo, Lisandro organiza un brindis con el mejor cava de la bodega del marqués, como símbolo de bienvenida y respeto.

Pero el gesto no tiene el efecto deseado: Adriano rechaza el brindis, sorprendiendo a todos, incluidos Alonso y Lorenzo. Su actitud genera un ambiente de incomodidad y desconcierto. El rechazo de un noble como Adriano a un gesto de cortesía tan solemne deja perpleja a la familia, que no logra descifrar los motivos de su desaire. Algo se remueve en él, y parece que su regreso viene cargado de más que gratitud o buenos deseos.

Leocadia, más poderosa que nunca

Lejos de mostrar señales de debilitamiento, Leocadia aprovecha la partida de Petra para consolidar su poder. Molesta por no haber sido consultada en el despido de Petra, reprende severamente a Catalina y Martina, acusándolas de actuar sin su consentimiento y saltarse su autoridad.

Catalina comienza a preguntarse si la molestia de Leocadia se debe realmente a que no se respetó la figura del marqués o si en realidad se siente ofendida por no haber sido tenida en cuenta como la “nueva señora” de la casa.

Leocadia no tarda en tomar cartas en el asunto. Escandalizada por lo que considera una falta de respeto intolerable, exige a Alonso que reprenda a su hija. Alonso, en una muestra de respaldo total a Leocadia, ordena a las jóvenes que respeten su autoridad, dejando claro que ella ahora ocupa el lugar de señora en La Promesa. El mensaje es claro: Leocadia está decidida a no permitir que nadie le reste poder.

Curro, entre la humillación y la obediencia

Mientras las tensiones aumentan en el ala noble del palacio, Curro vive su propio calvario personal. Todavía devastado por el reciente funeral de su madre y afectado por las palabras del duque, se siente abatido y sin rumbo. La humillación que ha sufrido lo ha dejado tocado, y cuando Alonso le obliga a disculparse con Lisandro, Curro acata, pero profundamente herido en su orgullo.

En medio de su desánimo, recibe el consejo de Lope, quien le insta a ser práctico y seguir adelante, recordándole que por más que lo desee, no podrá cambiar al duque ni alterar las reglas del juego en La Promesa.

Más tarde, Rómulo le ordena reincorporarse al trabajo, recordándole que su obediencia y compromiso son necesarios para la estabilidad del lugar. Aunque lo hace sin entusiasmo, Curro entiende que no tiene muchas más opciones.

La confesión de Samuel y el misterio de la pulsera

Entre tantos conflictos, también hay revelaciones sorprendentes. Samuel confiesa finalmente quién lo delató… y no fue Petra, como todos sospechaban. Esta revelación sacude las suposiciones previas y abre nuevas líneas de conflicto en el palacio. Aunque no se ha revelado aún el nombre exacto, esta declaración promete alterar el equilibrio de poder entre el personal.

Al mismo tiempo, Ricardo descubre una pulsera con una esmeralda y se la muestra a Rómulo, quien enseguida sospecha que podría tratarse de una joya de procedencia dudosa. Para esclarecer la situación, Ricardo convoca a todo el servicio para interrogarles sobre su origen. Sin embargo, nadie parece saber nada, lo cual aumenta la sospecha y la tensión entre el personal.

Rómulo, preocupado, encarga a Ricardo investigar más a fondo, pues teme que la joya pueda estar relacionada con algún delito. El misterio de la esmeralda amenaza con destapar secretos mucho más oscuros de lo que imaginan.

Un regalo inesperado que puede cambiarlo todo

En medio de todas estas tensiones y conflictos, uno de los momentos más conmovedores lo protagoniza Lisandro, quien sorprende a Adriano y Catalina con un regalo muy especial. Aunque los detalles aún no se han revelado completamente, se sabe que se trata de un gesto que podría cambiar la percepción que los demás tienen sobre Lisandro y demostrar que, detrás de su frialdad aparente, también guarda emociones sinceras.

Este regalo no solo podría marcar un punto de inflexión en su relación con Adriano, sino también fortalecer su vínculo con Catalina, quien ha estado muy afectada por los recientes sucesos familiares. A través de este detalle, Lisandro busca mostrar cercanía, humanidad… y quizás pedir perdón sin palabras.

Conclusión

Esta semana en La Promesa no solo veremos enfrentamientos familiares, conflictos jerárquicos y heridas personales, sino también momentos de introspección, redención y ternura inesperada. Desde la confesión de Samuel hasta el enigma de la pulsera, pasando por la humillación de Curro y el sorprendente regalo de Lisandro, los episodios prometen mantenernos al borde del asiento.

El palacio es un hervidero de emociones y secretos, y aunque muchos creen que con la partida de Petra llega la calma, todo indica que lo más intenso aún está por llegar.