Spoiler extendido de ‘La Promesa’: Curro cava su propia tumba emocional mientras se desatan verdades, engaños y nuevas tensiones
En el más reciente episodio de La Promesa, las emociones están a flor de piel, las mentiras empiezan a desmoronarse y las decisiones de los personajes tienen consecuencias cada vez más profundas. El foco de este episodio gira principalmente en torno a Curro, quien vive momentos de dolor, rebeldía y desolación tras la muerte de su madre. Pero no está solo. Otras subtramas nos muestran cómo el peso de los secretos y las apariencias siguen condicionando la vida en el palacio. A continuación, un desglose de los momentos más impactantes del capítulo.
Curro desafía al duque tras la muerte de su madre
Curro atraviesa uno de los peores momentos de su vida. La forma en que el duque ha enterrado a su madre sin permitirle despedirse lo ha dejado devastado. Enfrentado con el dolor, decide hablar directamente con Lisandro. El joven criado, herido y enfadado, le exige explicaciones al duque, pero este no está dispuesto a tolerar insubordinaciones.
Lisandro le ordena con frialdad: «Discúlpate, Curro, es una orden». Aunque al principio Curro se resiste, acaba cediendo por presión de Alonso y responde con la voz quebrada: «Le pido perdón por mi actitud, señor duque». Pero la humillación no termina ahí.
Lisandro exige que también le dé las gracias, asegurando que enterrar a su madre fue «la única forma de honrar a esta casa». Cuando Curro se resiste, el duque lanza un comentario hiriente sobre su madre, cuestionando la dignidad de su memoria. Curro, con la rabia contenida, responde un frío «Gracias», lo que Lisandro celebra con sarcasmo: «Mucho mejor».
Un adiós entre lágrimas y la llegada de Ángela
Incapaz de contener su tristeza, Curro va a visitar la tumba de su madre. Allí, entre lágrimas, le dice a Eugenia: «Tú siempre me has cuidado. No nos van a separar nunca, madre». El momento es íntimo y desgarrador.
Ángela, preocupada por él, aparece para acompañarlo. Aunque sabe que él preferiría estar solo, le dice con delicadeza: «Perdona, entiendo que quieras estar solo, pero creí que agradecerías algo de compañía». Curro, roto emocionalmente, no puede parar de llorar. Lamenta que ni siquiera le hayan dejado despedirse como es debido, y con rabia, afirma que su madre fue enterrada como si fuera una criminal, sin lápida y sin dignidad.
Ángela intenta consolarlo: «Tú la recordarás», pero Curro lo rechaza entre sollozos: «No, porque no le pude decir adiós».
Adriano regresa como un héroe, pero con dolor
Mientras tanto, Adriano regresa a La Promesa en silla de ruedas. Aunque sigue recuperándose, la familia lo recibe con entusiasmo. Jacobo comenta con asombro: «Es un milagro que se haya recuperado tan pronto», pero Catalina recuerda que aún queda mucho por hacer: «Hay que guardar reposo».
Adriano, con humildad, expresa: «Estoy dolorido, pero los médicos dicen que es cuestión de días». Lisandro le prepara una sorpresa: «He dispuesto el mejor champán del marqués», pero Adriano no está de humor para celebraciones: «Lo único que deseo es llegar a mi alcoba y descansar». Lisandro acepta, aunque sugiere que ya habrá tiempo para brindar.
La confesión de Ángela: también ella ha sufrido
Ángela intenta acercarse más a Curro y lo apoya recordando sus propios momentos difíciles. Le confiesa que en su juventud suspendió un examen pese a haber estudiado mucho, y sintió que decepcionaba a una profesora a la que admiraba profundamente: «Era como una madre para mí, supongo porque la mía nunca estaba presente».
Curro, conmovido, le responde: «Siempre duele sentir que decepcionamos a alguien». La conversación entre ambos los acerca más emocionalmente, y Ángela rompe a llorar al recordar cómo aquella profesora le dijo: «Aprobara o suspendiera, me iba a querer igual».
Toño, los celos y un secreto revelador
Simona se enfrenta a su hijo Toño, quien le lanza una acusación inesperada: «Usted me querrá a su manera, pero no me quiere tanto como quiere a Don Manuel». Simona intenta explicarle que ambos son importantes para ella, pero Toño insiste: «Usted hubiera querido que él fuera su hijo».
Finalmente, el joven revela un secreto impactante: «Don Manuel ha pagado una deuda mía». Simona, alarmada, le pregunta en qué problema se ha metido ahora y cómo ha involucrado a Manuel. Toño, visiblemente afectado, se niega a hablar más, lo que hiere profundamente a su madre: «No sabes lo que me duele que me digas eso».
Pía intenta recuperar su pulsera mintiendo
Pía entra en escena con una mentira peligrosa. Le asegura a Ricardo que la valiosa pulsera encontrada es suya, un regalo de Gregorio. Intenta justificar su presencia con una historia sobre querer venderla y haberla olvidado. Ricardo, desconfiado, le dice que la joya parece recién comprada.
Aunque Pía insiste, su historia tambalea. Ricardo sospecha, pero al final guarda silencio. Curro y Lope esperan fuera del despacho, y cuando Pía sale, ella les da una mala noticia: «No ha querido dármela».
El engaño de Toño sale a la luz
La mentira de Toño sobre su relación con Nomberta también se revela. Manuel le confiesa a Simona: «Toño y Nomberta no están casados». Simona, sorprendida, le recuerda que tienen dos hijos, pero Manuel aclara que los niños no son de Toño, sino de Nomberta, y que su esposo —que había desaparecido— ha regresado y ha reclamado a su familia.
Simona reacciona con furia: «Después de haberla dejado tirada como un trapo», pero Manuel le confirma con pesar: «Y por desgracia, lo consiguió».
Más que una joya: la verdad oculta tras la pulsera
Pía, decidida a recuperar la pulsera, entra a escondidas al despacho de Ricardo. Lope la sigue y la sorprende en plena búsqueda. Él la detiene: «No debemos robarla». Luego, inspecciona la caja donde estaba la pulsera y descubre un frasco con un líquido. Al olerlo, Lope se alarma: «Huele a almendra amarga», lo que lleva a ambos a una escalofriante conclusión: ¡cianuro!
Leocadia quiere romper la amistad entre Ángela y Curro
Finalmente, Leocadia confronta a su hija Ángela. No acepta su cercanía con Curro: «Es un criado». Pero Ángela no se amedrenta: «No lo era cuando lo conocí».
Leocadia insiste: «Te dije que te mantuvieras alejada de él», pero Ángela responde con firmeza: «Lo siento, pero no va a ser posible». Asegura que su amistad no va a romperse por un uniforme, desafiando la rígida jerarquía social del palacio.
Conclusión: un capítulo de emociones desgarradoras y verdades peligrosas
Este episodio de La Promesa lo tiene todo: dolor, traición, secretos, ternura y giros inesperados. Curro está completamente roto, tanto emocional como socialmente. Su enfrentamiento con Lisandro marca un antes y un después en su historia, mientras que Ángela se convierte en su principal aliada, desafiando incluso a su madre.
Simona descubre la verdad sobre su hijo, mientras Pía y Lope destapan una trama mucho más peligrosa de lo que pensaban. La joya no es solo valiosa, sino que podría estar vinculada a un intento de envenenamiento.
Todo indica que los próximos episodios traerán consecuencias explosivas. La Promesa, una vez más, demuestra por qué es una de las series más intensas y adictivas del panorama televisivo actual.