En los últimos episodios de La Promesa, una verdad estremecedora comienza a desvelarse: los poderosos duques de Carril—Don Gonzalo y Doña Amalia de la Vera—son responsables de una oscura trama que va mucho más allá de sus posesiones nobiliarias. Bajo su fachada de influencia y prestigio, se esconden chantajes, asesinatos y abusos cuya sombra ha marcado toda la narrativa.
1. Poder a cualquier precio
La guerra en Europa, vistos por ellos como una oportunidad, es solo el telón de fondo para sus ambiciones. Se ha rumoreado (y ellos mismos han insinuado) que participaron en el conflicto, y tras la repentina muerte de Jimena—hija de los duques de los Infantes—se les acusa de ser los responsables, aunque ellos rechazan cualquier implicación visible en el crimen.
Sin embargo, su estrategia está clara: eliminar a quienes obstaculizan sus caminos, desprestigiar a los Infantes, y utilizar su poder político para cerrar puertas a rivales. Están dispuestos a todo para mantener su status.
2. Territorios y riquezas
Su influencia se extiende por extensas propiedades: desde los dominios centrales del valle de Pedroches hasta residencias en Huelva y Sanlúcar de Barrameda. Este poder territorial les convierte en figuras temibles y casi intocables.
3. Conexión con la joyería Llop y las tramas criminales
Uno de los mayores escándalos apunta hacia la joyería Llop, propiedad del duque de Carril. Esta tienda se ha convertido en centro de negocios turbios: usura, chantajes y hasta encargos de asesinato. Vera, su propia hija, implicada en la trama y harta de las prácticas paternas, robó dinero de la joyería y escapó, lo que habría debilitado aún más su control familiar. Luego, fingieron su muerte y enterraron su rastro, tapando una traición interna.
4. Mano dura y omertà familiar
El clan Carril mantiene un entorno de secreto absoluto. Vera desaparece sin dejar rastro; se sospecha que ninguno de sus hermanos está al corriente o interviene. En la nobleza, los secretos se guardan con más celo que el oro.
5. ¿Qué pasa con doña Cruz y Carmen?
La marquesa Cruz ha sido acusada de múltiples asesinatos, pero muchos han sido cometidos en el momento, impulsivamente, sin planificación previa. Contrario a esto, la máquina criminal Carril opera con una estructura: encargos fríos, venenos, sicarios y una red de intermediarios como Lorenzo y Petra. Los hermanos Carril no dudan en actuar con distancia y estrategia.
6. ¿Influencia en muertos no resueltos?
Las sospechas apuntan a que los duques de Carril podrían estar vinculados a antiguos sucesos fatales: la muerte repentina del padre del marqués de Luján, o la misteriosa enfermedad que mató a doña Carmen. No hay pruebas directas aún, pero la coincidencia despierta preguntas. ¿Controlan ambos lados del valle para presionar a los Luján y beneficiarse de sus desgracias?
7. ¿Leocadia y un lazo familiar?
La aparición de Leocadia, antes conocida como la “mamba negra”, complica aún más la trama. Se sugiere que podría ser una hija del duque, fruto de un idilio anterior. Su disgusto y temor al saber quién es su verdadero padre apoyan esta teoría. De confirmarse, Ángela —otra pieza clave— podría estar vinculada directamente a ese oscuro pasado, lo que reforzaría el poder de los Carril y el control sobre la casa del duque de Carril.
8. Batalla por el “maletín del dinero”
Cruz posee un valioso maletín robado de la joyería Llop. Los duques de Carril no han detenido su presión sobre él para recuperarlo. La insistencia de Amalia para con su hija Vera confirma que están dispuestos a deshacer su silencio, aunque eso signifique destruirla emocionalmente.
9. Enemigos además de Carril
Alonso Luján ha rechazado su dinero y sus influencias, pero hoy más que nunca debería desconfiar de ellos. Hasta Lisandro ha cuestionado su implicación en episodios pasados en La Promesa. Incluso el arresto de un muligénico personaje —el varón de Linaja— podría implicarlos como continuadores de una organización criminal familiar. Todo encaja de forma perturbadora.
10. ¿Caída del ducado de Carril?
¿Podría estarse gestando su derrumbe? El duque ha revitalizado sus relaciones con Lisandro, leal a “ponerlos nuevamente en sus lugares”. Pero ¿y si esa injerencia solo fuese un paso para manipular? ¿Y si Ángela se convierta en piezas clave para desenmascararlos? Y peor aún: ¿qué sucedería si se revela que la duquesa estaba involucrada –o al menos consentidora– de las intrigas?
Conclusion: Una trama que lo cambiará todo
Los duques de Carril no son una noble familia tradicional. Son villanos con conexiones en la elite, con redes criminales y con poder suficiente para atemorizar a todo el valle. Su llegada a La Promesa ha levantado una corriente renovadora en el thriller histórico: la injusticia, la corrupción, la noche del poder.
Los rumores relacionados con asesinatos antiguos, envenenamientos y conspiraciones crecen, y los protagonistas deberán enfrentarse a la verdad detrás de esa fachada de aristocracia.
Veremos cómo esta saga desvela finalmente su entramado: ¿se cumplirán nuestras sospechas? ¿Se romperá el ducado? ¿Quién se atreverá a hablar a la cara del poder?
Si la historia continúa acumulando luces y sombras, los capítulos venideros prometen uno de los momentos más memorables —y peligrosos— de La Promesa.