Después del gran revuelo provocado por la reciente fiesta en el palacio, los ánimos no terminan de calmarse en La Promesa. Las secuelas del evento siguen extendiéndose, y la atención ahora se centra en la esperada boda de Rómulo y Emilia. Aunque el ambiente debería ser de celebración, Petra impone una estricta norma: bajo ningún concepto permitirá que el servicio asista a la ceremonia religiosa. Esta decisión genera malestar e indignación entre los criados, que comienzan a preguntarse si deben aceptar pasivamente la orden… o actuar por cuenta propia.

En otro punto del palacio, Manuel se muestra profundamente afectado tras ser el blanco de atenciones excesivas por parte de varias jóvenes aristócratas durante la fiesta. Por ello, cuando recibe una nueva invitación por parte de una de esas señoritas, no duda en rechazarla de inmediato. Ángela, por su parte, se enfrenta a una situación delicada: recibe una carta del joven al que agredió durante la celebración. Lorenzo, con intenciones poco claras, le recomienda que lo visite para aclarar lo sucedido. Lo que parece un simple consejo podría esconder un nuevo intento de manipulación.

Lope, decidido a investigar el oscuro pasado del joyero Job y su relación con Curro, se prepara para infiltrarse en la residencia del duque de Carril. Antes de partir, Vera le da algunas instrucciones clave para desenvolverse con propiedad entre los nobles. No obstante, justo en el último momento, Lope se siente invadido por la duda: ¿es realmente buena idea seguir adelante con este plan tan arriesgado?

En las altas esferas de la familia Leocadia continúa mostrando su desconfianza hacia Adriano. No aprueba su manera de comportarse y no duda en compartir sus críticas directamente con Catalina, generando nuevas tensiones en la gestión del hogar.

Martes 1 de julio (Capítulo 627)

Los efectos de la fiesta siguen haciendo estragos, y Ángela no puede escapar de las consecuencias. Lorenzo encuentra una aliada inesperada para presionar a la joven y conseguir que acuda a casa del marqués de Andújar para disculparse. La situación de Ángela se vuelve cada vez más asfixiante.

Mientras tanto, Rómulo y Emilia toman una decisión que descoloca a todos: si Petra no permite que sus compañeros del servicio asistan a su boda, entonces serán ellos quienes lleven la boda al corazón del servicio. Una acción simbólica y emotiva que demuestra su profunda unión con los demás criados.

Por otro lado, Alonso, que en varias ocasiones ha confiado en Catalina para la gestión de la finca, da un paso más al delegar en ella —y también en Adriano— una responsabilidad inédita hasta ahora. Es un gesto de confianza que puede marcar un antes y un después.

En otro rincón del palacio, Samuel sigue intentando descubrir qué impulsa a Petra a actuar de forma tan errática, sobre todo ahora que su romance con María Fernández está en peligro de ser revelado. La presión finalmente empuja a Petra a abrir su corazón… y le confiesa al sacerdote quién es su verdadero amor.

Mientras tanto, el plan de infiltración de Lope en casa de los duques parece peligrar: don Gonzalo no está presente, lo que pone en jaque toda la estrategia diseñada cuidadosamente.

Miércoles 2 de julio (Capítulo 628)

Toño decide darle a Enora la oportunidad de aprender más sobre los motores aeronáuticos aprovechando la ausencia de Manuel. Ambos comienzan a trabajar codo a codo en el hangar y Enora rápidamente demuestra su brillantez con propuestas innovadoras que no pasan desapercibidas.

Ángela, cada vez más presionada por su madre y por Lorenzo, se ve obligada a aceptar una difícil misión: disculparse con el marqués de Andújar para no poner en peligro un negocio importante para la familia.

En paralelo, Lope se enfrenta a uno de los mayores desafíos de su vida: convencer al exigente duque de Carril con su actuación. Aunque logra ganarse la simpatía de Federico, el hijo del duque, un encuentro cara a cara con el noble pone a Lope en una posición sumamente delicada.

Por otro lado, Manuel le revela a Alonso una inquietante verdad: Leocadia se ha hecho con la mayoría de las acciones de su empresa, lo que pone en entredicho sus verdaderas intenciones y su nivel de ambición.

Mientras tanto, Martina y Catalina entran en conflicto abierto. Martina exige tener voz y voto en las decisiones de la finca familiar y, al enterarse de que Catalina firmó un contrato de gran relevancia sin consultarla, la tensión entre ambas alcanza su punto máximo.

Jueves 3 de julio (Capítulo 629)

Toño, decidido a impresionar a Manuel, lo hace volver al hangar para presentarle una mejora técnica… aunque lo que en realidad está mostrando es una pieza propuesta por Enora, que él finge como propia. La estrategia parece funcionar, al menos en apariencia.

El vacío que deja Rómulo al marcharse comienza a sentirse. Para Alonso, la partida del mayordomo representa la salida de uno de los pilares fundamentales del hogar. Por eso, el marqués prepara un nuevo gesto de reconocimiento hacia su leal trabajador.

En un momento íntimo, María Fernández se sincera con Samuel, expresándole sus sentimientos en lo que podría ser su última oportunidad para hacerlo.

Lope, por su parte, nunca imaginó que el duque lo sometería a un interrogatorio tan minucioso. La tensión crece, y las probabilidades de ser descubierto aumentan.

Viernes 4 de julio (Capítulo 630)

La disputa entre Catalina y Martina continúa intensificándose. Ambas mujeres quieren liderar la finca, pero sus visiones y métodos son cada vez más irreconciliables.

En el taller, la colaboración entre Toño y Enora sigue dando frutos, y con ello también crece su conexión personal. Manuel, al observarlos desde la distancia, se muestra cada vez más incómodo e intrigado por su cercanía.

La misión de Lope se torna cada vez más peligrosa. Es sorprendido por Jacinto, el severo secretario del palacio. Por suerte para él, Amalia interviene a tiempo para cubrirlo, pero su intervención no calma las aguas: ahora es ella quien exige saber la verdad sobre la presencia del cocinero en la mansión.

Finalmente, llega uno de los momentos más emotivos de la semana: la boda de Rómulo y Emilia. A pesar de los obstáculos, logran casarse rodeados de quienes los quieren, en una ceremonia que deja a todos con el corazón en la mano. Tras sellar su amor, el servicio entero se despide de Rómulo con cariño y respeto, sabiendo que su partida deja una huella imborrable.

Mientras tanto, Ángela decide huir en silencio a Suiza para alejarse de la presión de su madre y de Lorenzo. Lo hace sin avisar a Curro, quien, al enterarse de su marcha por otros medios, queda devastado al pensar que puede haber perdido para siempre al gran amor de su vida.