El viernes 4 de julio, La Promesa se despide de la semana con un capítulo que marcará un antes y un después en la historia de la serie. La emoción será la gran protagonista en una jornada marcada por despedidas muy significativas, decisiones cruciales, y tensiones que se siguen acumulando en todos los rincones del palacio de los Luján.
La entrega número 630 se presenta como una de las más conmovedoras hasta ahora, donde veremos cómo dos personajes clave abandonan la finca por razones muy distintas, pero igual de impactantes: Rómulo, el fiel mayordomo, y Ángela, hija del marqués, se marchan de La Promesa. Cada uno emprende su camino, dejando atrás recuerdos, relaciones y secretos sin resolver.
Catalina y Martina: lucha de poder sin tregua
El capítulo arranca con un nuevo episodio del enfrentamiento entre Catalina y Martina, que parece no tener fin. Ambas continúan su disputa por el control de la finca, acusándose mutuamente de decisiones erróneas y diferencias irreconciliables en la gestión de La Promesa. Catalina mantiene su visión tradicional y sensata del funcionamiento del lugar, mientras Martina adopta una actitud más ambiciosa y frontal, determinada a imponer su criterio, incluso si eso significa confrontar a su propia prima.
La tensión entre ellas sube tanto de tono que Curro se ve obligado a intervenir en una de sus discusiones más duras hasta ahora. En plena confrontación, ambas se lanzan ataques personales que involucran a sus respectivas parejas, lo que termina de encender el fuego entre ellas.
Toño, Enora y la mirada inquieta de Manuel
Mientras las primas se enfrentan en la planta noble, Toño y Enora siguen consolidando su particular alianza en el hangar, donde trabajan juntos con una sintonía que empieza a llamar la atención. De hecho, Manuel, testigo silencioso de la conexión entre ambos, comienza a sentirse incómodo. Percibe una química que no logra interpretar con claridad y que siembra dudas en su interior, tanto profesionales como personales.
Lope, descubierto en una misión arriesgada
En paralelo, Lope continúa su peligrosa misión en la casa de los duques de Carril. Pero su suerte está a punto de acabarse. En el despacho del duque, es sorprendido por Jacinto, el astuto secretario de la familia. La tensión se dispara, pero Amalia aparece justo a tiempo para evitar una catástrofe, improvisando una coartada: asegura que Lope es un actor contratado para una actividad especial de la noche. La mentira convence por poco, pero Amalia exige saber la verdad sobre la presencia del cocinero en esa casa, aumentando así el riesgo de que todo se venga abajo.
María Fernández y su lucha por el padre Samuel
De regreso en La Promesa, María Fernández no pierde el tiempo y acude a Petra con una propuesta urgente. Convencida de que aún hay esperanza para evitar la excomunión del padre Samuel, le pide ayuda para escribir una carta conjunta al obispo, apelando a la comprensión y justicia de la Iglesia. Petra, reticente pero conmovida, parece estar considerando la idea, abriendo una posible vía de redención para Samuel.
La boda de Rómulo y Emilia: una despedida de corazón
Uno de los momentos más esperados y emotivos del episodio será, sin duda, la boda entre Rómulo y Emilia. Después de años de entrega y servicio en la casa, Rómulo finalmente pone su corazón por delante y decide dar el paso más importante de su vida: unirse en matrimonio con la mujer que ama.
La ceremonia, íntima y sincera, se convierte en un acto de celebración y despedida. Los miembros del servicio —quienes ya son más familia que compañeros— se reúnen para brindar por ellos. El ambiente es festivo pero cargado de nostalgia, sabiendo que esa boda marca el punto final de la historia de Rómulo en La Promesa.
En un gesto de respeto y cariño, Catalina acompaña al señor Baeza a la planta noble, donde Alonso, conmovido, le dedica unas palabras que resumen años de compañerismo, trabajo y confianza. Es un homenaje a la altura del personaje que tanto ha significado para todos. Así, Rómulo deja el palacio por la puerta grande, honrado y querido por todos.
Ángela huye a Suiza… sin despedirse
Pero si la salida de Rómulo es digna y celebrada, la de Ángela es todo lo contrario: dolorosa y repentina. Incapaz de seguir soportando la presión asfixiante de su madre y de Lorenzo, la joven toma una decisión drástica: marcharse en secreto a Suiza para continuar sus estudios de Derecho.
No se lo comunica ni a Curro, su gran amor, quien se entera gracias a Teresa, y por pura casualidad. Curro, desesperado, intenta alcanzarla antes de que sea tarde. Logra hablar con ella, pero no está claro si conseguirá convencerla de quedarse. El dolor de la posible pérdida pesa tanto como el amor que sienten el uno por el otro.
Antes de que Ángela parta, Martina acude a la estación para despedirse de ella, en un gesto de cariño y solidaridad entre primas. La escena es breve pero significativa, marcada por la tristeza de una separación no deseada.
Una etapa que se cierra en La Promesa
Este episodio 630 marca el cierre de una etapa en La Promesa. Con la partida de Rómulo y Ángela, el palacio pierde dos presencias fundamentales, cada una con un legado distinto. Por un lado, Rómulo representa la sabiduría, la constancia y la entrega silenciosa; por otro, Ángela simboliza la juventud, el deseo de libertad y el precio de vivir bajo las reglas impuestas por otros.
El futuro de la finca se presenta incierto, con conflictos internos como el de Martina y Catalina que prometen recrudecerse, y tramas paralelas como la infiltración de Lope o la lucha de María por Samuel que siguen tomando fuerza. La Promesa cambia, se transforma, pero el alma de sus historias sigue latiendo con intensidad.
No te pierdas este episodio especial el viernes 4 de julio. La Promesa se despide de la semana con lágrimas, amor y decisiones difíciles, como solo ella sabe hacerlo. ¿Podrá Curro retener a Ángela? ¿Qué consecuencias traerá la partida de Rómulo? ¿Se romperá el equilibrio dentro del palacio sin su presencia? Todo esto y más, en un capítulo que promete ser inolvidable.