En este capítulo lleno de tensión y emociones, la búsqueda de las niñas secuestradas alcanza un punto crítico y la historia se intensifica con revelaciones, enfrentamientos y desesperación.

Todo comienza cuando el detective encargado del caso muestra a los protagonistas las grabaciones de las cámaras de seguridad de la calle. En las imágenes aparece Safet, lo que hace que inmediatamente lo señalen como el principal sospechoso. Sin embargo, Siran insiste en que Safet no actuaría por su cuenta y está segura de que alguien más está detrás de todo este plan macabro. La tensión crece cuando llaman a Ferit y a Abidin, quienes estaban inspeccionando la nueva propiedad de Karim, para informarles que Safet podría estar involucrado y tener a las niñas. Todos se apresuran hacia la casa de Tetras, mientras Ferit lanza múltiples amenazas y asegura que no tiene nada que ver con el secuestro.

Al llegar a la propiedad, encuentran a Safet, y Abidin no duda en golpearlo al verlo. Safet se defiende argumentando que solo fue a ver a Sua, a quien observa obsesivamente, incluso a través de las paredes. Abidin concluye que Safet está mentalmente enfermo y obsesionado, pero niega que él o Ferit estén relacionados con el secuestro. A pesar de ello, Ferit sigue convencido de que Te está implicado en todo.

Mientras tanto, Siran y las demás mujeres viven momentos de desesperación al no tener noticias de las niñas. Repasan mentalmente la lista de sus enemigos: Pelin, Tayar, Zen, Yusuf, Dardanel y Nuket. Sin embargo, todos ellos ya están fuera de juego o han resuelto sus asuntos, por lo que el misterio del secuestro se vuelve aún más desconcertante. Ferit y Abidin se separan porque tienen teorías distintas sobre quién está detrás del secuestro; Ferit está seguro de que Te es el culpable, mientras que Abidin sospecha de Karin.

En paralelo, Orhan contrata a un hacker para localizar a la persona que Karin había contratado para intentar retirar el dispositivo electrónico que llevaba Karim en el tobillo. En medio de esta investigación, las chicas reciben una llamada de un hombre que exige 20 millones a cambio de devolver a las niñas. La noticia del secuestro se ha hecho pública, y muchas personas han llamado afirmando haber visto a las niñas, pero esta persona dice tenerlas realmente.

Para probar que no es una estafa, le piden que describa la ropa que llevaban las niñas, pero él solo ofrece una dirección para dejar el dinero sin mostrar ninguna prueba concreta. Zeinet piensa que es un engaño, pero Suna, en un acto desesperado, decide confiar en el hombre. Reúne todas sus joyas y el dinero que tenía guardado para ir sola a entregar el rescate. Cuando las demás se dan cuenta de su ausencia, corren tras ella justo a tiempo para evitar que el hombre le robe el bolso amenazándola con una navaja. Gracias a la intervención de las mujeres, Suna y el dinero son rescatados.

Por supuesto, Suna es reprendida por actuar sola y sin precaución. Zeinet, que había estado fuerte todo el día, finalmente se derrumba en lágrimas debido a la angustia de no saber dónde están las niñas. Mientras tanto, Ferit decide secuestrar a Tarik y lo lleva a la propiedad de Karin. Allí lo golpea brutalmente para que confiese, pero Tarik se burla de él y lo llama un mal padre por haber perdido a su hija. Ferit, fuera de sí, rompe un vaso frente a Tarik y le dice que no le dará agua, al igual que su hija no la tiene. Tarik, astuto, utiliza los vidrios rotos para intentar cortar la cuerda que lo mantiene atado sin que Ferit se dé cuenta.

Ferit cada vez está más perturbado y le advierte que no saldrán de ahí hasta que le diga dónde está su hija. Por otro lado, Orhan y Kinan encuentran al hombre que Karin contrató, quien confiesa que no pudo retirar el dispositivo electrónico de Karim porque era imposible. Justo entonces, Ira, Yuna y las demás llegan con una noticia que cambia el panorama: la hija de Suna, Atice, ha sido encontrada.

Suna corre a abrazar a su hija y le pregunta por Duru. Atice cuenta que logró escapar por una ventana con la ayuda de Duru, pero que la pequeña no pudo seguirla y se perdió en el bosque, aunque la policía luego la encontró sana y salva. Safet aparece y afirma que Tarik está desaparecido y que probablemente fue secuestrado por Ferit. En medio de una fuerte discusión, la policía separa a Safet y Ferit para evitar un enfrentamiento.

La policía interroga a Samed, quien revela que Ferit sí secuestró a Tarik, pero que la hija de Suna ya está a salvo con su madre. Para proteger a Safet de una paliza, la policía lo lleva para que levante una denuncia formal.

El día amanece con la tensión al máximo. Ferit sigue en la casa con Tarik, quien lleva un tiempo intentando liberarse cortando las sogas que lo atan. Siran, preocupada, intenta comunicarse con Ferit, pero no logra contactarlo. Decide entonces enviarle un mensaje para contarle la buena noticia: Atice ha sido encontrada con vida.

Ferit, al leer el mensaje, se distrae y llama a Suna para hablar con la niña. Le pregunta por Duru y Atice repite la misma historia: escaparon por una ventana, estaban con verdaderos enemigos, y Duru intentó ayudarla, pero no pudo escapar porque es más pequeña.

Ese detalle hace que Ferit recuerde una conversación que escuchó en la casa de Tarik, en la que alguien mencionó a “los enemigos verdaderos”. Esa frase es la clave que lo lleva a deducir que Duru está en esa misma casa, la propiedad donde Tarik había estado.

Antes de que Ferit pueda actuar, Tarik logra liberarse por completo y golpea brutalmente a Ferit, dejándolo inconsciente en el suelo. Siran, al escuchar ruidos extraños durante la llamada, teme que algo le haya pasado a Ferit.

Mientras tanto, Atice sigue relatando detalles que confirman los peores temores: ella y Duru estaban en una casa donde escucharon a dos hombres hablar sobre ser los verdaderos enemigos, que no podían gritar porque les habían tapado la boca y que fue Duru quien la ayudó a escapar por la ventana.

Con esta información, la familia y la policía se movilizan rápidamente hacia la casa y, afortunadamente, llegan justo a tiempo para encontrar a Duru y rescatarla. Finalmente, Siran puede abrazar a su hija después de tanta angustia y sufrimiento.

Sin embargo, la historia aún no termina. Samed informa a Tarik que la niña ya fue encontrada, y vemos que el nuevo prisionero es Ferit. Tarik lo lleva a un frigorífico con la intención macabra de que muera congelado, dejándolo encerrado sin compasión.

Abidin, temiendo por la vida de Ferit, va en su búsqueda a la propiedad de Karin. Al llegar, encuentra manchas de sangre en el suelo, lo que aumenta su desesperación. Dentro del frigorífico, Ferit empieza a perder la consciencia por el frío extremo, y en medio de ese sufrimiento recuerda momentos felices con su hija, como el día de su graduación, cuando posaron sonrientes para las fotos.

Alucinando por el frío, Ferit ve la imagen de Siran frente a él, sonriente, y llora deseando poder abrazarla una vez más. Este impactante episodio termina con Ferit al borde de la muerte, congelándose, dejando a todos los espectadores con la incertidumbre de si uno de los personajes más queridos de la serie sobrevivirá para el gran final.

¿Qué crees que pasará? ¿Logrará Ferit sobrevivir a esta terrible situación? Este capítulo 91 de “Una nueva vida” promete momentos intensos, emociones a flor de piel y una lucha desesperada por salvar a los seres queridos.