En los próximos episodios de La Promesa, la trama alcanzará uno de sus momentos más explosivos con el enfrentamiento más brutal de la temporada. Los días de paz han quedado atrás, y la tensión que lleva tiempo acumulándose en el palacio estallará definitivamente en una pelea sin precedentes entre Curro y Lorenzo de la Mata, el infame Capitán Garrapata.
Curro, consumido por la rabia y el dolor que ha acumulado tras descubrir las múltiples conspiraciones de Lorenzo, ya no puede contenerse. El joven ya sabe que el capitán estuvo implicado tanto en su accidente a caballo como en el envenenamiento de su hermana Jana. Para Curro, todas las piezas encajan cuando descubre que el famoso cuaderno de tapas doradas fue destruido justo después de que Lorenzo visitara el palacio de los Duques de Carril. La sospecha se convierte en certeza: Lorenzo ha estado detrás de cada uno de los males que han azotado a su familia.
La furia de Curro llega a tal punto que está a punto de golpear a Lorenzo con un jarrón en la cabeza, un ataque que solo se evita gracias a la oportuna intervención de Ángela. Su aparición impide que la tragedia se materialice, pero deja claro que la tensión ha alcanzado un punto de no retorno. Esta escena marca un antes y un después, no solo para Curro, sino también para Ángela, quien empieza a ver a su madre y a Lorenzo como piezas oscuras de un sistema corrupto que ha hecho demasiado daño.
La situación no se detiene ahí. Ángela, tras mucho pensarlo, decide ayudar a Curro en su búsqueda de pruebas contra Lorenzo. Esta colaboración clandestina sella aún más el vínculo entre ambos, pero también los pone en la mira de enemigos peligrosos. Los avances de la serie revelan que Ángela se implicará activamente en la investigación que Curro y sus aliados llevan en secreto para destapar los negocios turbios de Lorenzo.
Sin embargo, la cercanía entre Ángela y Curro no pasará desapercibida. Alguien los verá besarse y la traición no tardará en llegar. Lorenzo, siempre astuto, moverá ficha de inmediato. Además, la confrontación entre Curro y el Capitán Garrapata no se limitará a los insultos: finalmente llegarán a las manos en un enfrentamiento físico que dejará huella. El capitán, cada vez más acorralado y con el poder escapándosele de las manos, tomará una decisión drástica contra Curro. No se sabe aún si lo denunciará, si pedirá su expulsión del palacio o si optará por una maniobra aún más sucia y ruin.
Cristóbal Ballesteros será testigo directo de esta pelea y, aunque logrará separarlos, no dejará pasar el incidente por alto. Como nuevo encargado de la disciplina en la zona de servicio, Ballesteros no mostrará favoritismos con Curro pese a que sea el hijo del marqués, y podría reprenderlo severamente por su comportamiento. Sin embargo, la decisión final sobre el destino de Curro recae sobre Alonso, el marqués, un hombre que ha demostrado ser tan tibio que muchos dudan de que defienda a su propio hijo frente a su cuñado Lorenzo.
Este enfrentamiento reaviva todas las rivalidades y tensiones que cruzan el palacio. La relación entre Ángela y Curro se intensifica, pero también se vuelve más peligrosa. La guerra contra Lorenzo entra en su fase decisiva, donde cualquier paso en falso podría costarles caro. Además, con el ambiente tan cargado y con Cristóbal imponiendo su disciplina militar, todos los habitantes del servicio —Petra, María Fernández, López, Ángela, Curro— están jugando con fuego. Las lealtades se tambalean y cualquier traición puede desatar el desastre.
Por si fuera poco, la amenaza de Leocadia, la “postiza”, sigue latente. Si ella llega a enterarse de la relación entre Ángela y Curro, la reacción podría ser devastadora. Sabemos bien que Leocadia jamás permitiría que su hija bastarda se enrede con un bastardo de la familia noble, lo que promete más conflictos familiares.
En resumen, el episodio promete emociones intensas, revelaciones que cambiarán el rumbo de la historia y un enfrentamiento físico que podría alterar el destino de Curro. ¿Logrará Curro vencer a Lorenzo? ¿Conseguirán él y Ángela reunir las pruebas suficientes para desenmascararlo? ¿O acabarán pagando un precio demasiado alto por desafiar al poder establecido en La Promesa? Todo está por decidirse, pero lo que es seguro es que la calma ya no tiene cabida en el palacio.