La semana del 16 al 20 de junio en Sueños de libertad estará marcada por revelaciones impactantes, confrontaciones familiares y decisiones que cambiarán el rumbo de los personajes principales. En los capítulos 329, 330, 331, 332 y 334, la tensión se intensifica con la llegada de Gabriel, el misterioso sobrino de Damián, mientras Joaquín se lanza de lleno a investigar los oscuros secretos de Don Pedro, convencido de que está engañando a su madre, Irene.
Desde el inicio, Joaquín y Gema emprenden una investigación discreta, alejados de miradas indiscretas, con el objetivo de descubrir las verdaderas intenciones de Don Pedro. Las sospechas se han acumulado por semanas y ahora Joaquín, animado por las advertencias de Damián, empieza a atar cabos. Su conversación con Andrés resulta crucial: el joven le revela las mentiras detrás de la supuesta venta de la fábrica, los movimientos ocultos de Pedro, y los encuentros secretos con Górriz, aún desaparecido. Toda esta información encaja en un rompecabezas que Joaquín empieza a ver con claridad.
Sin embargo, no todos comparten su entusiasmo. Gema, aunque leal, se muestra escéptica, sobre todo cuando Joaquín sugiere que alguien podría haberle drogado la noche que se quedó dormido justo antes de una reunión decisiva sobre el balneario. La teoría parece demasiado arriesgada, pero para Joaquín, todo indica que alguien no quería que participara de aquella decisión clave. Y ese alguien podría ser su propio padrastro.
Mientras tanto, Gabriel hace su espectacular entrada en la residencia De la Reina, recibido con calidez por Begoña. Desde el primer momento, entre ambos surge una conexión especial. Gabriel, con su actitud tranquila, su carisma natural y su aparente nobleza, conquista a toda la familia… o casi toda. Begoña queda claramente fascinada, y Damián no oculta su orgullo por su sobrino. Marta también muestra simpatía, lo que entusiasma a Damián aún más. Pero no todos están convencidos. Pelayo, siempre precavido, observa con desconfianza los gestos de Gabriel, intuyendo que detrás de esa sonrisa encantadora podría haber un objetivo oculto.
En paralelo, Irene atraviesa su propio proceso de ruptura. Cada día se siente más alejada de Don Pedro. Su cercanía con Cristina la lleva a descubrir fragmentos del pasado que su hermano ha querido enterrar. Poco a poco, Irene empieza a descubrir que Pedro sabía desde siempre el paradero de su hija, y no solo lo ocultó, sino que también manipuló la información para su propio beneficio. Para Irene, esa traición no tiene perdón. La herida se profundiza, y su relación con Pedro entra en una fase crítica. Ella sospecha que aún hay mucho más por revelar, y está dispuesta a averiguarlo.
Por otro lado, la situación de María sigue afectando profundamente a todos. Raúl, completamente alterado por lo que ha vivido, no deja pasar oportunidad para culpar a Andrés de todo lo sucedido. La tensión entre ambos llega a un punto crítico, y se enfrentan cara a cara. Afortunadamente, Manuela interviene justo a tiempo para evitar una pelea física. Luego, tanto Andrés como Manuela se acercan a María, advirtiéndole sobre el comportamiento del chófer. Andrés sospecha que fue ella quien dejó entrever que alguien la empujó, mientras que Manuela le hace ver que Raúl es impulsivo y que alentar su actitud puede traer graves consecuencias.
Cristina, mientras tanto, comete un error grave en el laboratorio. Al tomar una decisión unilateral, arruina una de las muestras de perfume destinadas a Cobeaga. Luis la confronta duramente y la discusión se vuelve tensa. Cristina teme que este fallo haya sellado su destino profesional dentro de la empresa, especialmente en un entorno donde las tensiones con Don Pedro ya están al límite.
La situación entre Don Pedro y Damián también explota. Pedro lo enfrenta por haber llevado a Cristina a la fábrica, y lo acusa de entrometerse. Pero esta discusión es solo el principio de una crisis más profunda, sobre todo porque Damián sigue investigando la muerte de Jesús y sospecha que Pedro tuvo algo que ver. Entre ellos ya no hay margen para reconciliaciones, solo queda la confrontación directa. Además, este nuevo conflicto tiene consecuencias emocionales: Irene, testigo de todo, empieza a cuestionarse si alguna vez conoció realmente a su hermano.
En medio de este caos, Chema, el hermano de Carmen, llega desde Sevilla a la colonia. Su objetivo declarado es empezar de cero como vendedor de enciclopedias, pero no duda en aprovechar los vínculos familiares para conseguir clientes. Su presencia, aunque aparentemente inocente, podría traer nuevas complicaciones en un entorno ya cargado de tensión.
Mientras tanto, Manuela le cuenta a María que Raúl y Andrés llegaron a los golpes por su culpa. Esta revelación lleva a María a tomar una decisión inesperada: enfrenta a Raúl directamente y le exige que se mantenga alejado. Ahora que ha conseguido volver a acercarse a Andrés, no está dispuesta a que nadie arruine lo que ha logrado.
La noticia más dura llega poco después. Andrés le comunica a María que los médicos ya no albergan ninguna esperanza de recuperación. Pese a ello, él le promete que no se rendirá: buscará soluciones fuera del país, recurrirá a todo lo que esté en sus manos para encontrar un tratamiento, por difícil que sea. Esta promesa, aunque desesperada, demuestra hasta qué punto está dispuesto a sacrificarse por ella.
Finalmente, Begoña intenta abrirle los ojos a Andrés. Cree firmemente que María lo está manipulando emocionalmente para vengarse de todo lo que ha sufrido. Pero Andrés, atrapado entre la culpa y el amor, se resiste a creerlo. Hasta que, en un acto de lucidez, toma una decisión definitiva: decide poner punto final a su relación con María y la anima a rehacer su vida.
Sin embargo, mientras la familia celebra la buena impresión que Gabriel ha causado en todos, incluida Marta… algo inesperado se revela: Gabriel está listo para dar su primer golpe. Lo que parecía una visita inocente se convierte en una amenaza silenciosa para el equilibrio familiar. La sonrisa de Gabriel esconde un plan, y el próximo capítulo podría ser el comienzo de un nuevo conflicto… uno que sacudirá los cimientos de los De la Reina.