En el próximo episodio de Una nueva vida, que se emitirá próximamente en Antena 3, los espectadores serán testigos de uno de los momentos más impactantes de la temporada: Halis, el patriarca de los Korhan, toma una decisión devastadora para Ferit, su nieto. Tras una larga cadena de tensiones, malentendidos y choques familiares, Halis decide excluirlo de la herencia, enviándole además un mensaje claro y contundente sobre su decepción como heredero de la familia.

Todo comienza cuando el ambiente en la mansión Korhan se vuelve irrespirable tras la llegada de Kazim y su familia. Aunque en un inicio parecía que las aguas volvían a calmarse gracias a la propuesta de Halis de enviar a los jóvenes a Marmaris para alejar tensiones, los conflictos no solo no cesan, sino que se intensifican. Ferit y Seyran, que al principio viven momentos románticos lejos de la mansión, pronto se ven atrapados nuevamente en un torbellino de emociones, discusiones y celos.

Uno de los detonantes clave se produce tras una cena en la que Seyran, visiblemente molesta con Ferit por sus constantes dudas y su falta de confianza, se enfrenta a él delante de todos. Aunque Ferit intenta mantener la compostura, la escena de Seyran abrazando a Kaya tras recibir la noticia de que ha sido aceptada en la universidad desata sus celos más profundos. Lo que para Seyran es solo un gesto de agradecimiento, para Ferit es una amenaza directa, y su reacción explosiva solo sirve para deteriorar aún más la relación entre ellos.

Paralelamente, en la mansión Korhan, Kazim exige hablar con Halis sobre el futuro de Ferit dentro del legado familiar. Este encuentro no es nada pacífico. Halis, molesto por la actitud impulsiva y cada vez más incontrolable de Ferit, expresa su preocupación por el futuro de la familia si su nieto sigue siendo considerado el heredero. Aunque no lo dice de inmediato, ya tiene tomada una decisión que cambiará el destino de todos.

Días después, durante una nueva reunión familiar en la mansión, Halis convoca a todos los miembros clave de los Korhan y comunica algo inesperado: ha comenzado el proceso para modificar su testamento. En sus propias palabras, necesita asegurarse de que el legado de la familia quede en manos responsables y comprometidas. Aunque no menciona directamente a Ferit en ese momento, el mensaje es claro para todos: su nieto ha dejado de ser el favorito.

Ferit, que hasta ese momento aún conservaba la esperanza de reconducir la situación con su abuelo, se queda en shock. Su mundo se desmorona. No solo siente que ha perdido la confianza de Halis, sino que también se ve traicionado por su propia familia, que, en lugar de apoyarlo, guarda silencio. La soledad de Ferit es absoluta, y su rabia comienza a crecer.

Esa misma noche, Ferit intenta hablar con Halis en privado. Le pide una oportunidad, le asegura que puede cambiar, que todavía puede demostrar que es digno del apellido Korhan. Pero Halis, firme, le responde con frialdad: “No se trata de cambiar lo que eres en apariencia, Ferit. Es tu alma la que me preocupa. Has actuado con impulsividad, con celos, y con falta de visión. No puedo confiar el futuro de nuestra familia a alguien que no sabe controlar sus emociones.”

Estas palabras son un golpe devastador para Ferit, que sale del despacho completamente desolado. Por su parte, Seyran presencia en silencio toda la escena desde las escaleras. A pesar de las tensiones entre ellos, sufre al ver a Ferit destruido, y esa misma noche decide ir a buscarlo a su habitación. Allí tienen una conversación sincera, donde ambos reconocen sus errores y el dolor que se han causado mutuamente. Ferit le confiesa que ha perdido el rumbo, que siente que ya no tiene nada por lo que luchar. Seyran, con lágrimas en los ojos, le recuerda que el amor que comparten aún puede ser una brújula, siempre y cuando decidan pelear juntos.

Sin embargo, la situación familiar sigue siendo tensa. Nükhet y Kaya, aprovechando el momento de debilidad de Ferit, intentan afianzarse más en la estructura del poder de los Korhan. Kaya, que siempre ha sentido celos de Ferit, comienza a mover sus fichas, tratando de posicionarse como el nuevo candidato para heredar los negocios familiares. Aunque Halis no lo confirma abiertamente, su actitud hacia Kaya se vuelve más abierta, lo que hace pensar que podría estar considerando seriamente cambiar el rumbo del testamento.

Por otro lado, Suna, la hermana de Seyran, empieza a notar las maniobras de Kaya y decide advertir a su hermana. Le explica que, si Ferit pierde todo, también ellos corren el riesgo de quedar aislados dentro de la familia. Seyran, que en principio quiere mantenerse al margen de los asuntos de poder, comienza a entender que su lugar al lado de Ferit implica también asumir una responsabilidad frente al imperio Korhan.

Mientras tanto, Asuman y Abidin discuten sobre lo que está ocurriendo. Abidin, leal a Ferit, se siente impotente. No entiende cómo Halis puede tomar una decisión tan dura, sin considerar todo lo que Ferit ha hecho por la familia. Pero Asuman le recuerda que los negocios no se rigen por el cariño, sino por la confianza, y que Halis ya ha dado demasiadas señales de su decepción.

El episodio termina con una imagen poderosa: Ferit, solo en el jardín de la mansión, observa desde lejos cómo su abuelo charla con Kaya y Nükhet. Su expresión lo dice todo: ha sido desplazado. El joven, que alguna vez fue el heredero indiscutible de los Korhan, ahora debe enfrentarse a la cruda realidad de haber perdido no solo su lugar en la familia, sino también el respeto del hombre que más admiraba.

La pregunta que queda en el aire es clara: ¿será capaz Ferit de recuperar la confianza de Halis, o el daño ya es irreparable? ¿Podrá reconstruir su vida con Seyran lejos del poder y la fortuna, o esta nueva herida terminará por separarlos para siempre?

Una nueva vida sigue demostrando por qué se ha convertido en uno de los grandes fenómenos de la televisión internacional: giros inesperados, dramas familiares y una historia de amor marcada por las pruebas más duras. El próximo capítulo promete más emociones y decisiones que cambiarán para siempre el destino de sus protagonistas.