Los seguidores de ‘La Promesa’ todavía se están recuperando de la reciente y conmovedora salida de Rómulo, uno de los personajes más entrañables de la ficción de época que emite RTVE. Interpretado por Joaquín Climent, el mayordomo del palacio de los Luján se ha despedido de la audiencia con un adiós emotivo, aunque, a diferencia de otros personajes que han tenido finales trágicos, su despedida ha sido mucho más dulce y serena, marcando el cierre de un ciclo que muchos espectadores recordarán con cariño.
La cadena pública, en paralelo, ha propuesto un juego de paciencia a los fieles de la serie: con la llegada del Tour de Francia, la emisión de la ficción ha sufrido ciertas interrupciones. Algunas etapas importantes de la competición ciclista son retransmitidas en La 1 en lugar de La 2, lo que ha llevado a que en esos días no se emita nuevo capítulo de ‘La Promesa’. En su lugar, los espectadores encuentran una doble dosis de ‘Valle Salvaje’, otra de las apuestas de RTVE que justo ahora transita su segunda temporada, llena de cambios y nuevas tramas.
Sin embargo, este ajuste en la programación no ha impedido que ‘La Promesa’ siga sorprendiendo a sus seguidores con giros narrativos importantes. La ficción, tras la muerte trágica de Jana (Ana Garcés) y el encarcelamiento de la marquesa Cruz (Eva Martín), ha sido testigo de otro adiós relevante: la marcha definitiva de Rómulo, el mayordomo fiel y leal que ha servido a la familia Luján por más de tres décadas. Pero a diferencia de Jana o Cruz, el destino de Rómulo ha sido menos sombrío y más alentador.
En la historia, el personaje ha decidido retirarse para vivir una vida tranquila junto al amor de su vida, Emilia. Su sueño era sencillo pero profundo: retirarse frente al mar tras años de dedicación al servicio. Pero antes de comenzar esta nueva etapa, Rómulo y Emilia celebraron una boda íntima y emotiva. Sin grandes fastos ni pretensiones, pero con un profundo significado emocional, el enlace fue el broche de oro que selló su historia en la ficción. El marqués, el personal de servicio y otros personajes le dedicaron palabras de cariño y agradecimiento que conmovieron a la audiencia.
Este desenlace en la ficción es reflejo de la realidad personal del actor Joaquín Climent, quien también ha decidido dar un paso al costado por motivos muy personales. Ha sido María Castro, quien interpreta a Pía en la serie, la que ha despejado todas las dudas al respecto a través de sus redes sociales. La actriz ha explicado que la salida de Climent no obedece a razones de guion ni a conflictos internos en la producción, sino a una decisión voluntaria del intérprete, que ha querido cerrar su carrera televisiva de la mejor manera posible: jubilándose.
“¡Te jubilas cuándo quieres y dónde quieres! Y eso se resume en salud y solvencia… tras una vida entera entregada al séptimo arte y al teatro”, escribió María Castro en un emotivo mensaje en Instagram, dejando claro que su compañero se retira tras una larga y fructífera trayectoria en el mundo de la interpretación. Y añadió con cariño: “¡Y cómo te mereces jubilarte así! ¡Eligiendo! No hay mayor lujo en esta vida que poder elegir”. Unas palabras que no solo desmienten cualquier rumor de conflicto en la serie, sino que también dejan constancia del profundo respeto y afecto que María Castro siente por Joaquín Climent.
Ambos actores se conocen desde hace tiempo, específicamente desde que coincidieron en 2016 en la serie ‘Seis Hermanas’. En ‘La Promesa’ han tenido la oportunidad de reencontrarse, de compartir no solo escenas y rodajes, sino confidencias, experiencias y momentos personales importantes. María Castro ha relatado que Joaquín Climent estuvo presente durante su embarazo y que incluso pudo conocer a su hija Emma, nacida en abril de 2024, cuando la actriz la llevaba al set de rodaje. Esta cercanía ha hecho que su relación vaya más allá de la mera compañerismo profesional.
Dentro del equipo de ‘La Promesa’, la despedida de Joaquín Climent no ha pasado desapercibida. Para rendirle homenaje, sus compañeros de rodaje organizaron una sorpresa en el camerino de Enrique Fortún y Arturo García Sancho, donde también participó la hija mayor de María Castro, Maia, quien le entregó un dibujo que ella misma había hecho. En el dibujo aparecían representados el mayordomo y la madre de Maia, en un gesto sencillo pero cargado de ternura.
“Qué placer, qué honor, qué orgullo… no solo haber compartido set otra vez, sino confidencias”, le dedicó María Castro en su mensaje de despedida, donde no escatimó en elogios y muestras de cariño: “Suerte la mía el poder decir… ‘¡ese caballero es mi amigo!’”. La actriz, además, confesó que echará mucho de menos a su compañero: “Tu empatía es única y tu sabiduría de vida no tiene límites. Te quiere la señora Adarre… y yo aún más”.
Con este adiós, ‘La Promesa’ pierde a uno de sus pilares narrativos y emocionales, un personaje que durante años fue el soporte moral y práctico dentro del palacio de los Luján. La salida de Rómulo simboliza el cierre de una era dentro de la ficción, pero también deja abierta la puerta a nuevas historias y desafíos para los personajes que siguen.
Para la audiencia, este tipo de despedidas no siempre son fáciles de aceptar, pero el hecho de que Joaquín Climent haya podido elegir el momento y la manera de decir adiós deja un sabor menos amargo. Tanto dentro como fuera de la pantalla, su marcha ha estado marcada por el cariño, el respeto y la admiración de sus compañeros y del público que lo ha seguido durante tanto tiempo.
Y mientras el actor inicia una merecida jubilación en la vida real, en ‘La Promesa’ su legado como el inolvidable Rómulo seguirá vivo en la memoria de todos los que han seguido la serie desde sus inicios. Ahora, los espectadores están atentos a cómo evolucionará la trama tras esta importante ausencia y qué nuevos giros narrativos traerán los próximos capítulos, aunque, por el momento, tendrán que estar pendientes de la programación por los cambios debido al Tour de Francia.