El martes 17 de junio, La Promesa se sumerge en una jornada marcada por decisiones irreversibles, desafíos personales y una creciente tensión entre los habitantes del palacio. El avance del capítulo 617 promete emociones fuertes y giros decisivos, especialmente en lo que respecta a la investigación del asesinato de Jana y a la postura firme que Catalina y Adriano adoptan frente al duque.
La semana comienza con nuevas revelaciones que sacuden los cimientos de la historia. La incansable búsqueda de justicia por parte de Curro da un paso gigantesco al descubrir un hecho inquietante: la joyería donde se encargó la esmeralda no solo guarda relación con el asesinato de su hermana Jana, sino que también pudo haber sido el lugar donde se fraguó su propia muerte. Esta nueva información lo deja paralizado, pero también lo impulsa con mayor determinación a llegar hasta el fondo del asunto.
Acompañado por Pía y Lope, Curro analiza cuidadosamente sus opciones. Saben que la única forma de avanzar es regresar a la joyería o, en su defecto, contactar de nuevo con Esmeralda, la gerente del establecimiento. El objetivo es claro: conseguir que confiese cada detalle del misterioso encargo que podría desvelar toda la verdad. Sin embargo, también saben que no será fácil. Esmeralda no es una mujer ingenua, y arrancarle una confesión requerirá una mezcla peligrosa de persuasión, estrategia y riesgo.
A pesar del peligro, Curro no se detiene. El joven ha jurado descubrir al responsable de la muerte de Jana y llevarlo ante la justicia, y esta promesa se ha convertido en el motor que guía cada uno de sus pasos. Incluso considera la posibilidad de llevar a Esmeralda hasta el palacio, una jugada arriesgada que podría exponerlos a todos si no se maneja con absoluta discreción.
Mientras tanto, otro personaje clave también enfrenta un momento de cambio: Rómulo. Tras su emotivo reencuentro con Emilia, el mayordomo comienza a visualizar una nueva vida. Lejos de las intrigas de La Promesa y del peso de la servidumbre, desea iniciar una etapa de paz junto a la mujer que ama. Por ello, decide comunicar a sus más cercanos su intención de abandonar definitivamente el servicio de los marqueses.
Aunque la noticia conmueve a muchos, sobre todo a Pía, quien queda desolada ante la inminente despedida de su fiel compañero, también es comprensible. Después de tantos años de entrega, Rómulo ha decidido priorizar su felicidad personal.
En contraste con esta despedida serena, la situación entre Ángela y su madre, Leocadia, se convierte en un auténtico campo de batalla. Ángela se niega en rotundo a abandonar La Promesa, a pesar del frío, del hambre e incluso del riesgo para su salud. Su determinación es tan extrema que llega a dormir en los jardines del palacio con tal de no ceder ante las imposiciones de su madre.
La tensión escala cuando Leocadia, superada por la obstinación de su hija, termina abofeteándola en un arrebato de frustración y autoridad desmedida. Este momento marca un nuevo deterioro en su ya quebrada relación. Por suerte para Ángela, Curro no se mantiene al margen y se ofrece a ayudarla en lo que necesite, convirtiéndose en un apoyo crucial para ella en este conflicto tan doloroso.
En paralelo, Ricardo descubre un dato importante: ha sido Samuel quien envió la carta al obispado solicitando su propia excomunión. Esta confesión reaviva la búsqueda de Petra, pues Samuel pretende que ella sea readmitida. El asunto provoca revuelo entre los trabajadores y la nobleza por igual, abriendo un nuevo frente en las tensiones religiosas y morales que atraviesan el palacio.
Y mientras todo esto sucede, el momento más esperado (y delicado) se materializa: Catalina y Adriano deben responder finalmente a la propuesta del duque. Tras días de silencio y de evitar el tema, los hermanos deciden dejar clara su postura: no desean aceptar el título nobiliario que les ofrece el poderoso Lisandro.
Su decisión, aunque expresada con cortesía, no logra suavizar el impacto que causa. Primero intentan rechazar el regalo de manera diplomática, sugiriendo que no se sienten cómodos con el reconocimiento. Pero Lisandro, que esperaba una respuesta afirmativa, no tarda en mostrar su descontento. Al ver que sus argumentos no logran persuadirlos, los hermanos acuden a Alonso, el marqués, para hacerle partícipe de su decisión.
La reacción de Alonso no se hace esperar: se enfurece profundamente al descubrir que Catalina y Adriano se niegan a aceptar una oportunidad que él considera invaluable. Para el marqués, este rechazo representa no solo una falta de gratitud hacia Lisandro, sino también una decisión insensata que podría perjudicar la posición de la familia. Esta nueva diferencia podría abrir una grieta en la relación entre los tres, especialmente con Catalina, quien ha demostrado en numerosas ocasiones que no está dispuesta a ceder su voluntad.
Así, el capítulo 617 de La Promesa nos presenta un día de decisiones cruciales. Curro arriesga todo por justicia, Rómulo dice adiós, Ángela desafía a su madre hasta las últimas consecuencias, y Catalina y Adriano rompen con las expectativas sociales y familiares al rechazar el título ofrecido por el duque Lisandro. Cada uno de ellos, a su manera, planta cara a un destino que parecía escrito, pero que ahora están decididos a reescribir.
Las consecuencias de estas decisiones están por verse, pero una cosa está clara: La Promesa se convierte en el escenario de una batalla entre lo que se espera y lo que cada corazón desea. ¿Quién saldrá fortalecido? ¿Quién pagará el precio? El martes 17 de junio promete resolver algunas preguntas… y plantear muchas más.