La tensión en La Promesa sigue aumentando con cada capítulo, y la entrega que se emitirá este viernes 18 de julio a las 18:10 horas en La 1 promete traer consigo grandes emociones, sorpresas inesperadas y decisiones que cambiarán el rumbo de muchos personajes en el palacio. La serie, que mantiene a los espectadores enganchados cada tarde, prepara un episodio donde las intrigas, las enfermedades, los secretos y los intereses cruzados se entrelazan más que nunca.

Una de las protagonistas de este capítulo es, sin duda, Leocadia. Fiel a su carácter calculador y siempre dispuesta a obtener lo que quiere a cualquier precio, la mujer vuelve a hacer alarde de su generosidad… aunque claro, siempre con un propósito oculto. En esta ocasión, Leocadia decide sorprender a Alonso con un regalo que no pasa desapercibido: nada menos que un automóvil. Un gesto que, de primeras, podría parecer un intento de agradar, pero que esconde sus verdaderas intenciones. Leocadia quiere mover fichas en el juego de las alianzas y sabe que a través de la ostentación puede conseguirlo. Sin embargo, no todo puede comprarse con dinero, y mucho menos la nobleza, que sigue firme en su decisión de no incluir a Ángela en sus eventos y fiestas, especialmente tras las presiones directas que ha ejercido el marqués de Andújar. Por mucho que Leocadia intente allanar el camino con regalos, parece que en este terreno, su estrategia no le dará los frutos esperados.

Mientras tanto, la preocupación se adueña de los corazones de Adriano y Catalina. Ambos viven momentos de angustia debido al delicado estado de salud de la pequeña Rafaela. La niña sigue sin mostrar signos de mejoría y la fiebre no cede a pesar de los esfuerzos de Simona y Candela, quienes han agotado todos los remedios y cuidados que conocían. Ante la gravedad de la situación, no les queda más remedio que dar un paso crucial: llamar urgentemente a un médico. La llegada del doctor al palacio es inminente, pero la incertidumbre y el miedo a que Rafaela no supere la enfermedad mantienen en vilo a todos los habitantes de La Promesa.

Por otro lado, el ambiente en el servicio también está caldeado. Desde que el nuevo mayordomo llegó al palacio, la tensión ha ido en aumento, especialmente para Petra. Siempre recelosa y molesta por los cambios que alteran el orden que ella considera establecido, Petra no oculta su incomodidad con la presencia del sustituto de Rómulo. Esta vez, sin embargo, su reacción es diferente: movida por el descontento y quizá por la nostalgia de los tiempos pasados, Petra decide apoyar a María Fernández, aunque eso signifique ignorar las órdenes directas de los señores. Este gesto inesperado de Petra añade una capa más de complejidad a su personaje, que sigue debatiéndose entre su carácter rígido y su lado más humano.

Vera y Pía, por su parte, siguen sumidas en la preocupación por Lope. La ausencia del cocinero, sin noticias ni explicación aparente, empieza a ser un tema que inquieta a todos, especialmente porque en el palacio cada ausencia prolongada suele venir acompañada de algún secreto o tragedia. Mientras tanto, la relación entre Curro y Ángela avanza a pasos agigantados. La complicidad y los sentimientos crecen entre ambos, hasta el punto que Curro siente la necesidad de sincerarse con Ángela y contarle la verdadera razón detrás de la misteriosa desaparición de Lope. ¿Será capaz de revelarle toda la verdad o el peso del secreto será demasiado para él?

Pero la espera no será larga, porque finalmente Lope regresa al palacio. Su llegada, que debería ser motivo de alegría, trae consigo una carga inesperada: noticias que no serán precisamente bien recibidas, especialmente por Curro. Lope tiene cosas que contar, revelaciones que podrían alterar el equilibrio de algunos vínculos en el servicio y que sin duda sacudirán la calma aparente en el palacio.

Y por si todo esto fuera poco, las preocupaciones se multiplican para Alonso. La salud de Rafaela no mejora, y el conde se verá obligado a remover cielo y tierra para dar con el mejor médico que pueda salvar a la niña. La tensión y la desesperación se apoderan de la familia, mientras el tiempo juega en su contra y cada minuto que pasa sin mejoría aumenta el miedo al peor desenlace.

En otro frente, Ricardo vive su propio infierno personal. Su relación con su hijo es cada vez más difícil, y lo que descubre en este capítulo será devastador: Santos ha vuelto a las andadas, y lo ha hecho de la peor manera posible. Ricardo, incapaz de encontrar un camino para acercarse a su hijo y redimirlo, se enfrenta a un nuevo golpe que pone a prueba su fortaleza emocional y su paciencia.

Mientras tanto, Enora no se queda de brazos cruzados y decide actuar en su propio interés. En un movimiento inesperado, hará algo impensable con tal de convencer a Manuel de romper un antiguo pacto que condiciona su vida. ¿Logrará Enora persuadirlo y cambiar el destino que parece marcado para ambos?

Por si fuera poco, Cristóbal sigue con sus cambios de actitud que desconciertan a todos. Esta vez, su atención y quizá su desconfianza se posan en Lope. ¿Qué motivos tiene Cristóbal para fijarse en el cocinero? ¿Acaso Lope esconde algo más que aún no ha salido a la luz?

Así se presenta el episodio 637 de La Promesa, con todas estas tramas entrelazadas que mantendrán al espectador en vilo. Enfermedades, secretos, confesiones y alianzas inesperadas marcarán una jornada intensa en el palacio, donde cada personaje deberá tomar decisiones que afectarán no solo su destino, sino el de todos quienes les rodean.

El palacio vuelve a ser un hervidero de emociones y, sin duda, el capítulo promete no defraudar a los seguidores que cada tarde se sientan frente al televisor para descubrir qué será lo próximo que el destino les tiene reservado a los habitantes de La Promesa.