La próxima semana en La Promesa promete ser una de las más intensas y sorprendentes hasta ahora. Entre desapariciones, confesiones inesperadas y alianzas en crisis, la trama se convierte en un torbellino de emociones que dejará a los espectadores al borde de sus asientos.

Todo comienza con el delicado conflicto que enfrenta la familia Luján con la nobleza. Obligados a aceptar la propuesta del barón de Valladares, los Luján creen que han encontrado una salida diplomática a la difícil situación. Sin embargo, pronto se percatan de que ni siquiera ceder ante las exigencias del barón resuelve el problema. La negativa de los demás nobles a negociar genera un clima asfixiante que coloca a la familia en una posición crítica, incapaz de sostener sus acuerdos ni garantizar estabilidad en el palacio.

Martina y Jacobo intentan mediar, rogando al barón que interceda para calmar los ánimos y dar un paso hacia la reconciliación. Pero el carácter arrogante y la soberbia del barón terminan por arruinar cualquier intento. Su desprecio abierto hacia Catalina no solo bloquea el diálogo, sino que enciende aún más las tensiones. Cuando Catalina escucha de primera mano las humillaciones que el barón profiere contra ella, su postura se endurece. Ya no está dispuesta a ceder ni a tolerar más agravios. Mientras tanto, Alonso, atrapado en un dilema entre proteger a su hija y mantener la paz, insiste tercamente en buscar un acuerdo con un hombre que se empeña en despreciarlos.

Paralelamente, la relación entre Curro y Lorenzo se encuentra en un punto de quiebre. Los enfrentamientos entre ambos se intensifican, desatando un conflicto que tendrá consecuencias devastadoras. Curro, decidido a construir un futuro junto a Ángela, planea con ella una huida a Suiza, lejos de las intrigas y los peligros del palacio. Ángela, convencida, acude a comprar el billete que la llevará a esa nueva vida soñada. Sin embargo, lo que parecía el inicio de su libertad se convierte en una pesadilla. Su rastro se pierde repentinamente y nadie sabe qué le ha ocurrido.

La desaparición de Ángela cae como un rayo sobre el palacio. Los minutos se convierten en horas de angustia y, al amanecer, al comprobar que no ha regresado, comienza una búsqueda desesperada. Cristóbal, con la firmeza que lo caracteriza, toma las riendas de la operación y decide apartar a Curro, considerando que su implicación emocional le resta objetividad. Pero Curro no está dispuesto a quedarse de brazos cruzados. Desesperado y lleno de rabia, desafía la autoridad de Cristóbal, dispuesto a todo con tal de encontrar a la mujer que ama.

El despliegue por la zona es total. Manuel, junto a Enora, incluso sobrevuela los alrededores en el aeroplano, tratando de ampliar el alcance de la búsqueda. La tensión aumenta con cada hora sin noticias. Finalmente, gracias a la insistencia de Petra y Pía, Curro logra recuperar un papel activo en el rastreo, aunque la incertidumbre sigue siendo asfixiante. El hallazgo de una prenda perteneciente a Ángela en medio de la búsqueda hace que el miedo se transforme en auténtica alarma: algo grave le ha sucedido.

Es en este contexto donde Lorenzo, cercado por las sospechas y bajo una presión insoportable, realiza una confesión inesperada. Sus palabras no solo lo comprometen, sino que arrastran a Leocadia a una posición sumamente delicada. La mujer, consciente del poder destructivo que Lorenzo tiene en sus manos, se encuentra contra las cuerdas, atrapada entre la lealtad y el miedo, entre lo que sabe y lo que debe callar. La amenaza de Lorenzo resuena como una advertencia que podría cambiar el rumbo de todos en el palacio.

Mientras tanto, María Fernández, todavía marcada por el trauma de su propio secuestro, decide tomar la iniciativa y adentrarse en la cueva donde estuvo retenida. Su objetivo es encontrar alguna pista que pueda esclarecer lo ocurrido con Ángela. La valentía de María, mezclada con su vulnerabilidad, añade un matiz conmovedor a la investigación paralela que se desarrolla fuera del control de los demás.

En el terreno familiar, Toño intenta recomponer su relación con Simona, pero sus esfuerzos, lejos de traer calma, generan tensiones inesperadas con Enora. Ella le exige mayor sinceridad y transparencia, convencida de que los secretos y medias verdades solo agravan la distancia entre ellos. Por su parte, Manuel toma una decisión que sorprende a todos: vende su parte del negocio de motores de avión a Pedro Farré. La noticia deja atónitos a quienes lo rodean, especialmente a Toño, que no logra comprender los motivos de esa repentina resolución.

Las intrigas también se extienden al ámbito laboral. Manuel interviene en la disputa entre Pía y Ricardo, logrando contener momentáneamente el duro ultimátum de Cristóbal. Sin embargo, el mayordomo no tarda en responder con otra medida de igual crueldad, manteniendo viva la tensión dentro de la servidumbre y sumando nuevos conflictos al ya enrarecido clima de la mansión.

Por otro lado, Vera vive bajo el temor constante de la reacción de su padre. Su mundo se tambalea hasta que una conversación reveladora con Federico la sacude profundamente. Sus palabras derriban las convicciones más arraigadas de la doncella, poniendo en duda todo lo que creía saber acerca de su familia. Esa revelación marca un antes y un después en su vida, empujándola a replantearse su lugar en el mundo.

Como si todo esto no fuera suficiente, las sospechas de Cristóbal añaden un ingrediente explosivo a la semana. Su creciente convicción de que podría ser el verdadero padre de Ángela no solo lo atormenta, sino que también amenaza con desvelar secretos que alterarían para siempre las relaciones dentro del palacio. El misterio de su origen se convierte en un hilo argumental crucial que promete revolucionar la trama en los próximos capítulos.

En resumen, del 1 al 5 de septiembre, La Promesa ofrecerá una semana cargada de giros narrativos y emociones extremas: la desaparición de Ángela, la lucha desesperada de Curro, la confesión de Lorenzo que compromete a Leocadia, la búsqueda contra reloj y los secretos familiares que comienzan a salir a la luz. Todo ello convierte a estos episodios en un punto de inflexión que marcará la historia de la serie.

Los espectadores, sin duda, quedarán atrapados por la intensidad de los acontecimientos, deseosos de conocer si Ángela será hallada con vida, si Curro logrará protegerla y qué consecuencias traerán las palabras de Lorenzo para Leocadia y el resto de la familia. La tensión está servida y la promesa de nuevos descubrimientos mantiene la expectación al máximo.