La semana del 30 de junio al 4 de julio de 2025 en La Promesa trae consigo una profunda carga emocional, con momentos de tensión, enfrentamientos familiares, decisiones inesperadas y la despedida de un personaje clave. Pero entre todos los eventos que sacuden la finca, uno se convierte en el eje del conflicto: Catalina y Martina entran en una lucha directa por el poder y el control del legado familiar.
🌿 Lunes 30 de junio: La boda de Rómulo divide al servicio
Tras la gran celebración en La Promesa, la atención se centra ahora en los preparativos para un acontecimiento muy especial: la boda de Rómulo y Emilia. Sin embargo, Petra impone una estricta prohibición: ninguno de los criados podrá asistir a la ceremonia religiosa. Esta decisión provoca un fuerte debate entre los miembros del servicio, quienes empiezan a cuestionarse si deben aceptar sin más o rebelarse ante la autoridad de la ama de llaves.
Por otro lado, Manuel, aún afectado por los ataques recibidos en la fiesta, rechaza sin pensarlo la invitación de la hija de la duquesa de Cerezuelos, dejando claro que no está dispuesto a sufrir una nueva humillación.
Mientras tanto, Ángela recibe una carta del joven al que enfrentó en el pasado. La misiva la toma por sorpresa, ya que él la invita a su casa para hablar y aclarar lo ocurrido. Lorenzo, viendo una oportunidad, insiste en que acuda cuanto antes. Lo que Ángela no sabe es que hay alianzas ocultas que buscan utilizar esta disculpa para otros fines.
A su vez, Lope se prepara para infiltrarse en la residencia de los duques de Carril, y Vera le da consejos para comportarse en ese entorno noble. Pero cuando todo parece estar listo, él duda en el último momento: siente que algo puede salir mal, y ese instinto no está equivocado.
Mientras tanto, Leocadia sigue con su campaña contra Adriano. Cree que no está preparado para el título que ostenta y se lo comunica directamente a Catalina, dejando claro que no confía en su liderazgo. La tensión entre ambas mujeres empieza a palparse.
⚔️ Martes 1 de julio: Una boda rebelde y un legado en disputa
Las secuelas de la celebración siguen marcando los días en La Promesa. Ángela, forzada por Lorenzo y por una aliada inesperada (probablemente Leocadia), es obligada a presentarse ante el marqués de Andújar para disculparse, aunque todo parece responder más a un interés comercial que a una auténtica reconciliación.
Mientras tanto, Rómulo y Emilia toman una decisión que emociona a todos: si los criados no pueden asistir a la boda, serán ellos quienes lleven la ceremonia al corazón del servicio. Un acto de amor, dignidad y desafío a las jerarquías de la casa que demuestra la unión que se ha forjado entre todos los miembros del personal.
Alonso, que hasta ahora se había apoyado principalmente en Catalina para los asuntos de la finca, decide dar un paso más y otorga responsabilidades a Adriano también, marcando un giro en la estructura de poder interna de la familia.
Samuel, por su parte, teme que su relación con María Fernández se haga pública. Está especialmente preocupado por la actitud cambiante de Petra, quien finalmente, y en un acto de sinceridad, le revela al sacerdote el nombre del hombre al que ama, terminando con semanas de misterio.
El plan para infiltrar a Lope parecía perfecto, pero don Gonzalo, el duque, no está presente, lo que obliga a improvisar. La misión, lejos de estar asegurada, empieza a tambalearse.
✈️ Miércoles 2 de julio: Avances en el hangar y traiciones en la sombra
Toño, que se ha encariñado con Enora, le ofrece la oportunidad de trabajar en el hangar mientras Manuel está ausente. La joven no decepciona: presenta ideas brillantes sobre motores aeronáuticos y se gana rápidamente un lugar en el proyecto. La complicidad entre ambos crece, provocando la mirada desconcertada de Manuel, quien empieza a notar esa cercanía con recelo.
Ángela, asfixiada por su madre y por Lorenzo, acepta disculparse con el marqués, aunque todo forma parte de un juego de intereses que no puede controlar. Se siente usada, pero no tiene salida.
Lope logra impresionar a Federico, el hijo del duque, pero cuando se topa con el propio duque de Carril, su coartada se pone en riesgo. Las preguntas se vuelven más precisas y Lope empieza a tambalear. La infiltración está a punto de fracasar.
Mientras tanto, Manuel revela una noticia inquietante a Alonso: Leocadia ha tomado el control de la mayoría de las acciones de la empresa. El peligro de que tome decisiones cruciales por su cuenta se vuelve real.
Y aquí entra en escena el gran conflicto de la semana: Martina se enfrenta con Catalina. Cree que su prima actúa de manera unilateral y exige formar parte activa de la administración de la finca. El detonante es un contrato que Catalina ha firmado sin consultarla. La armonía entre ambas estalla, y lo que parecía una alianza sólida se convierte en una batalla por el futuro del legado familiar.
💔 Jueves 3 de julio: Despedidas, engaños y decisiones finales
Toño, deseoso de impresionar a Manuel, presenta como suya una pieza diseñada por Enora. El plan parece funcionar, pero Manuel empieza a sospechar por inconsistencias en la historia.
María Fernández, atrapada entre el amor y el deber, decide confesar a Samuel lo que siente antes de que sea demasiado tarde. Sabe que su tiempo en la Promesa podría estar llegando a su fin.
La ausencia de Rómulo empieza a sentirse. Su marcha representa la pérdida de un pilar dentro del servicio, y Alonso, consciente de su lealtad, prepara un homenaje que marcará a todos.
Lope sigue en peligro. Jacinto, el secretario del duque, lo acorrala con preguntas. Justo cuando parece estar al borde de ser desenmascarado, Amalia interviene y lo salva… pero a cambio, exige saber la verdad sobre su presencia.
💐 Viernes 4 de julio: Una boda inolvidable y una fuga inesperada
La tensión entre Catalina y Martina se intensifica aún más. Ambas se disputan el liderazgo de la finca y se enfrentan directamente en cada decisión. El conflicto está declarado.
En el hangar, Toño y Enora siguen colaborando con éxito, y lo que empezó como un proyecto técnico se convierte en una relación de complicidad creciente. Manuel, que los observa desde lejos, no puede evitar sentirse incómodo ante lo que parece una conexión más profunda.
En la casa de los Carril, Lope camina sobre la cuerda floja. Jacinto está a punto de descubrirlo, pero Amalia, la madre de Vera, lo defiende una vez más, despertando nuevas sospechas en la duquesa, quien empieza a exigir respuestas.
Y llega uno de los momentos más emotivos de la serie: la boda de Rómulo y Emilia. Rodeados de sus compañeros, en una ceremonia humilde pero llena de amor, la pareja se despide del lugar que los vio crecer. Catalina los acompaña a la planta noble, donde los Luján rinden homenaje a Rómulo antes de su partida definitiva.
Pero el capítulo cierra con una nota amarga: Ángela, harta de la presión familiar, huye en silencio a Suiza, sin siquiera despedirse de Curro, quien se entera demasiado tarde. El amor que no pudo ser se marcha entre lágrimas y despedidas.