En un capítulo reciente de La Promesa, la popular serie diaria de Televisión Española, se vivió un momento que muchos seguidores esperaban con ansias: el primer encuentro íntimo entre Curro (interpretado por Xavi Lock) y Ángela (papel de Marta Costa). Esta escena, que se emitió en la franja de sobremesa en La 1, ha revolucionado a la audiencia y ha marcado un antes y un después en la historia de la pareja, que lleva más de 600 episodios de desarrollo lento y progresivo.
La historia de amor entre Curro y Ángela siempre ha estado cargada de obstáculos. La diferencia de clases, la estricta vigilancia del entorno palaciego y, en especial, la presencia asfixiante de Leocadia (encarnada por Isabel Serrano) habían dificultado que los sentimientos entre ellos pudieran florecer abiertamente. Sin embargo, el amor que sienten el uno por el otro ha sabido abrirse paso, y finalmente, los guionistas de la ficción han premiado a los espectadores con un episodio lleno de emoción, sensibilidad y pasión contenida.
Todo comenzó con una declaración sincera por parte de Curro en su habitación, donde, sin tapujos, le expresó a Ángela cuánto significaba para él: “Mi vida no tiene sentido si tú no estás en ella”, le confesó. Esta declaración fue el detonante que permitió que Ángela dejara atrás sus temores y, por primera vez, se atreviera a dar el paso definitivo acudiendo a la habitación del lacayo. Pero no fue una visita cualquiera. Esta vez no había poesía ni palabras medidas; había deseo, cariño y una conexión que llevaba tiempo gestándose.
Cuando Ángela cruzó el umbral de la puerta, la tensión entre ambos se hizo palpable. Entre miradas cómplices, sonrisas nerviosas y caricias tímidas, los dos personajes fueron acercándose poco a poco, hasta que la pasión venció todas las barreras. Mientras se despojaban de la ropa lentamente, con cuidado y ternura, Curro se aseguró de que Ángela estaba completamente segura de su decisión. Ella, con una sonrisa y un brillo especial en los ojos, le respondió con firmeza: “Curro, me has cambiado la vida, ya nada podría volver a ser igual sin ti”.
La escena, lejos de ser vulgar o explícita, fue tratada con una delicadeza especial. La dirección cuidó cada detalle para que el momento transmitiera no solo el deseo, sino la profunda conexión emocional entre ambos personajes. La sensibilidad con la que se abordó la secuencia permitió que la ficción superara el tabú de mostrar una relación sexual en una serie emitida en horario infantil, sin perder elegancia ni respeto hacia la audiencia.
Una vez emitido el episodio, las redes sociales de la serie compartieron un vídeo exclusivo sobre el proceso de grabación de esta escena tan esperada. En las imágenes se pudo ver a los actores, Xavi Lock y Marta Costa, junto al equipo técnico, recibiendo indicaciones precisas de la directora del capítulo y del propio Josep Cister Rubio, creador de La Promesa. Ambos intérpretes se mostraron cómodos y cómplices durante el rodaje, asegurándose de que la escena fuera realista pero al mismo tiempo respetuosa.
El vídeo detrás de cámaras también sirvió para mostrar el cuidado que la producción pone en cada escena íntima, especialmente en un contexto como el de La Promesa, ambientada en un tiempo en el que las normas sociales y morales eran mucho más estrictas que hoy en día. Los espectadores pudieron apreciar la complicidad que existe entre los actores protagonistas, así como el esfuerzo del equipo para mantener un ambiente de respeto y profesionalidad en el set.
Esta secuencia no solo representa la consumación del amor entre Curro y Ángela, sino también un punto de inflexión en la narrativa de la serie. Hasta ahora, su relación había sido un constante juego de encuentros furtivos, miradas robadas y confesiones a medias. La consumación de su amor abre la puerta a nuevas dinámicas entre los personajes y, seguramente, traerá consecuencias dentro del complicado entorno del palacio de los Luján, donde los rumores y las intrigas están siempre a la orden del día.
Además, la emisión de esta escena ha generado un debate entre los espectadores y críticos sobre la evolución de los contenidos en televisión en cuanto al tratamiento de la intimidad y el amor. Muchos han elogiado la valentía de la serie por romper ciertos tabúes en un horario tradicionalmente familiar, demostrando que es posible retratar el deseo y la pasión sin caer en lo vulgar o lo explícito. Otros, en cambio, han manifestado su sorpresa por ver este tipo de escenas en la franja de la tarde, aunque en general el recibimiento ha sido mayoritariamente positivo.
Con este episodio, La Promesa vuelve a demostrar por qué es una de las series líderes de la televisión española en su franja horaria. No solo sabe captar la atención del público con tramas de amor, intriga y traición, sino que también sabe cómo evolucionar con sus personajes, haciéndolos más humanos y cercanos. La historia de Curro y Ángela es un claro ejemplo de ello: una relación que ha nacido entre la adversidad y que ahora comienza a consolidarse frente a todos los obstáculos.
Es de esperar que, tras este primer paso en su relación, la pareja se enfrente a nuevas dificultades, especialmente por la estricta moralidad de la época y las posibles represalias de personajes como Leocadia, siempre vigilante y dispuesta a hacer valer las diferencias de clase. Lo que está claro es que este episodio ha abierto un nuevo capítulo para ambos personajes, y los espectadores están deseando ver cómo evoluciona su historia de amor.
La secuencia, tratada con esmero y delicadeza, ha servido también para recordar que detrás de cada escena hay un equipo comprometido que trabaja para ofrecer calidad y respeto al público, incluso cuando se abordan temas considerados delicados en televisión. Así, La Promesa sigue rompiendo moldes, no solo por sus tramas apasionantes sino también por la forma en que cuenta sus historias, con una sensibilidad que ha conquistado a miles de espectadores cada tarde.