En los próximos y explosivos episodios de La Promesa, el palacio será el escenario de un regreso que cambiará por completo el destino de todos sus habitantes. Todo comienza tras una fiesta organizada en honor a Adriano, un evento que en lugar de fortalecer su posición social lo dejará aún más expuesto y en ridículo ante la nobleza. Tropezando con palabras, olvidando nombres y mostrando claramente que no pertenece al mundo aristocrático, Adriano decepciona a todos, especialmente a Lisandro y Leocadia, quienes ven cómo su plan de elevar al joven bastardo fracasa estrepitosamente. Para ellos, sin embargo, esto es solo el inicio del verdadero golpe.
Mientras tanto, Rómulo, el mayordomo, tiene sus propios planes. Tras comunicar su partida definitiva a Alonso, comienza a preparar algo en secreto: una sorpresa que dejará a todos en shock. Aparentemente se va con Emilia, pero en realidad está organizando un regreso impactante. En los pasillos, entre sombras y murmullos, se fragua una venganza silenciosa. Emilia, nerviosa pero decidida, se une a él con una pequeña maleta y una carpeta llena de documentos, mientras Petra, siempre al acecho, los ve salir por una puerta lateral del palacio. De inmediato corre a contarle a Leocadia, quien empieza a temer que algo se le escapa de las manos.
La tensión crece aún más cuando Petra decide dejar de ser solo una espía silenciosa y chantajea directamente a Leocadia: o le paga por seguir informando… o revelará todos los secretos que conoce. Esta traición dentro de las traiciones deja a Leocadia tambaleando, sin saber en quién confiar, y mientras intenta contener la rebelión de sus propios aliados, el palacio permanece en calma… hasta que llega el día que lo cambia todo.
Sin previo aviso, López abre la puerta principal del palacio. A su lado aparece Rómulo… y junto a él, una figura que paraliza a todos: ¡Jana está viva! Pálida pero decidida, entra de la mano del mayordomo. Emilia la sigue con la maleta y los documentos. Pía, Curro y el resto del servicio quedan congelados de la impresión. Curro, al verla, cae de rodillas suplicándole perdón por no haberla protegido. Jana, con voz firme, le dice que nunca la abandonó y que resistió por él… y por Manuel.
Pero el verdadero terremoto ocurre esa misma noche. Rómulo convoca a todos —nobles y criados— en el salón principal. Alonso, aún débil por los últimos enfrentamientos, accede. Leocadia y Lisandro acuden también, aunque visiblemente tensos. Petra se mantiene al fondo, intentando pasar desapercibida. Cuando Jana entra, el silencio es absoluto. Alonso apenas puede pronunciar su nombre. ¿Cómo es posible que esté viva?
Ella lo explica todo: tras recibir un disparo, su salud comenzó a deteriorarse, pero no por la herida, sino por una sustancia administrada deliberadamente para debilitarla lentamente. Fue un intento de asesinato silencioso, una conspiración cuidadosamente planeada por Leocadia y Lorenzo, usando incluso a Petra como espía. Jana revela que sus joyas estaban manipuladas para envenenarla y que Emilia, pese a ser una simple enfermera, fue testigo y cómplice del plan para salvarla.
El giro más impactante llega cuando Rómulo muestra los documentos que prueban todo: recetas médicas adulteradas, cartas, y pruebas que serán entregadas al sargento Burdina. Emilia respalda cada palabra de Jana, confirmando que lo que sufrió fue un intento de desaparición disfrazado de muerte natural. Leocadia intenta intervenir, pero Petra —la misma que alguna vez fue su sombra— la interrumpe con sarcasmo. Es el fin del silencio.
Lisandro, furioso, intenta desacreditar la historia, pero la evidencia lo arrincona. Petra, cansada de ser usada, amenaza con contar aún más si no se le compensa. Se destapan no solo los crímenes del pasado, sino también la fragilidad de las alianzas en la casa. Incluso Alonso queda conmocionado, sin saber ya quiénes son sus aliados.
La escena final muestra a Jana, ya no como víctima, sino como una mujer fuerte, decidida a contar su verdad y a desmontar uno por uno a quienes intentaron destruirla. Esta vez no hay secretos que puedan silenciarla. La Promesa nunca volverá a ser la misma.
Este capítulo marca uno de los momentos más emocionantes y tensos de la serie, con revelaciones que cambiarán el curso de los personajes principales. El regreso de Jana no solo conmueve, sino que desata una cadena de verdades que muchos preferirían mantener enterradas. ¿Será este el principio del fin para los villanos de La Promesa? ¿O encontrarán una nueva forma de atacar? Una cosa es segura: nadie saldrá ileso.