En uno de los giros más impactantes hasta la fecha, La Promesa sacude a sus seguidores con una revelación que lo cambia todo: Catalina está embarazada. Una noticia que deja a Rómulo completamente descolocado, y que se convierte en el punto de partida de una cadena de eventos cargados de emociones, secretos y decisiones drásticas.
Todo comienza con una atmósfera de creciente tensión. Ricardo se encuentra cada vez más consumido por la desaparición de su esposa. Silencioso incluso ante Cruz, decide finalmente abrir su corazón a María, y lo que le confiesa es devastador: presenció un beso entre Marcelo, el mayordomo, y Rachel, su esposa. Esa imagen lo marcó profundamente y desató en él una tormenta de celos, rabia e impotencia. Se plantea incluso despedir al hombre que durante años ha sido su mano derecha.
María, impactada por la confesión, decide ir directamente con Teresa para esclarecer la verdad antes de que la situación explote. Mientras tanto, en un ambiente más tranquilo, Martina, Curro y Julia logran limar asperezas, regalando a los espectadores una emotiva escena de reconciliación que fue grabada en una majestuosa sala de baile madrileña. Los actores, con su natural conexión, improvisaron un pequeño baile que el director decidió conservar, aportando autenticidad y calidez al momento.
Pero el mayor giro viene de la mano de Catalina, quien con la ayuda emocional de Pelayo, decide revelar su embarazo a Rómulo. La escena se desarrolla en un espectacular jardín en la provincia de Toledo, rodeado de flores de azahar y vegetación cuidadosamente preparada por el equipo de producción. La reacción de Rómulo, que no esperaba una noticia de tal magnitud, es de puro desconcierto. Catalina, aunque feliz, empieza pronto a mostrar signos de fragilidad física. Su embarazo comienza a pasarle factura: camina con lentitud, su rostro refleja cansancio y sus manos tiemblan ligeramente. Todo esto ha sido trabajado con detalle por el equipo de maquillaje para reflejar su estado.
Simultáneamente, Santos, atormentado por la pérdida de su madre, empieza a sospechar que Ricardo está implicado en la tragedia. Esta subtrama se basa en eventos reales ocurridos en la nobleza española del siglo X, lo que le da al drama un aire de autenticidad e intensidad aún mayor.
En paralelo, Lorenzo protagoniza un espectacular duelo con Ayala, mientras busca a Margarita. La escena, coreografiada al detalle para emular un enfrentamiento teatral clásico, es una de las más visuales del episodio. Al mismo tiempo, Ana rechaza con delicadeza la propuesta de Manuel de marcharse con él, prefiriendo quedarse en su entorno familiar. Este momento introspectivo se rodó en un entorno rural decorado con cortinas de lino y alfombras persas, evocando una atmósfera cálida y melancólica.
En otro rincón del palacio, Ricardo enfrenta a Pelayo, exigiéndole que mantenga en secreto su papel en ayudar a Catalina a visitar a Rómulo en prisión. La escena se desarrolla en una torre reconstruida con piedras reales de una cantera castellana, y el sonido fue capturado con técnicas binaurales para amplificar la tensión.
Mientras tanto, Petra presiona al mayordomo, buscando arrancarle una confesión sobre la supuesta implicación de Ricardo en la muerte de su esposa. Este duelo verbal fue escrito en una maratón de escritura de 48 horas para lograr diálogos precisos y cargados de subtexto.
Manuel, que acaba de regresar triunfante de una competición aérea, es duramente reprendido por Petra por haber dejado a Rómulo en la cárcel. El actor que interpreta a Manuel tomó clases reales de aviación para hacer más creíble su interpretación en estas escenas.
Pero los secretos siguen fluyendo: Lorenzo revela a la duquesa De Carry que Vera es su hija, y el capitán lanza acusaciones directas a Ayala, sugiriendo que fingió su envenenamiento hace años. Estas tramas han sido cuidadosamente documentadas por los guionistas, quienes consultaron archivos históricos en Sevilla.
En otro frente, los rumores sobre la honorabilidad de Giana se expanden, y Alonso junto con Cruz conspiran para impedir un matrimonio que consideran inapropiado. La escena del Consejo de Familia, grabada en una villa barroca, incorporó sonidos reverberantes captados del interior de la catedral de Toledo para añadir realismo.
En un acto de amor desesperado, Manuel está dispuesto a renunciar para siempre a la aviación con tal de ganarse la aprobación de los marqueses para casarse con Enora. La escena donde entrega las llaves de su avión a un amigo al amanecer, grabada en un auténtico aeródromo, es de una belleza visual conmovedora.
Mientras tanto, el joven marquesito y Burdina elaboran un plan arriesgado para liberar a Rómulo. Todo se desarrolla entre libros y manuscritos antiguos, en una biblioteca que evoca conspiraciones y secretos ocultos.
Otra bomba estalla cuando Teresa confiesa a Ricardo que Marcelo no es su esposo, sino su hermano, alterando completamente el mapa de relaciones familiares. La actriz confesó que la intensidad emocional fue tan alta que tuvieron que repetir varias tomas para lograr una interpretación perfecta.
Pero el momento más tenso llega cuando Catalina sufre un pequeño accidente doméstico que pone en peligro su embarazo. El equipo de efectos especiales utilizó técnicas digitales de cámara lenta para acentuar la gravedad de la situación, creando una escena de gran impacto emocional.
Por otro lado, Cruz empieza a sospechar que Alonso le es infiel, y Lorenzo se posiciona como su aliado. Al mismo tiempo, Petra y Ayala, enemigos habituales, empiezan a mostrar señales de una posible alianza inesperada.
Finalmente, Rómulo es liberado, gracias a los esfuerzos y la corrupción llevada a cabo por Manuel. Su regreso se celebra con una fiesta improvisada, donde los trajes de época y el vino –producido en la misma finca donde se graba la serie– crean una atmósfera festiva y nostálgica.
Pero el episodio cierra con más tensión: Aala chantajea a Lorenzo, y Pelayo confiesa que ayudó a Catalina como parte de un oscuro plan de venganza. Ricardo, al enterarse de todo lo que se ha estado tejiendo a sus espaldas, decide no quedarse de brazos cruzados. El futuro de muchos personajes está en juego.
La promesa, una vez más, nos demuestra que ningún secreto puede permanecer oculto por siempre… y que el amor, los celos y la traición siempre se cobran su precio. ¿Será Catalina capaz de sobrellevar su embarazo en medio de tanta tensión? ¿Y cómo afectará esta revelación a la relación con Rómulo, ahora que él sabe la verdad?
Los próximos capítulos prometen emociones aún más intensas.