En los próximos capítulos de Una nueva vida, la tensión entre los Korhan y los Sanli alcanza un nuevo nivel mientras la relación entre Ferit y Seyran se tambalea una vez más. Un viaje a Marmaris, que en principio pretendía ser una escapada para calmar los ánimos y revisar una tienda de la marca familiar, se convierte en el detonante de nuevos conflictos, celos y revelaciones inesperadas.
Todo comienza cuando Ferit y Seyran regresan a la mansión Korhan, esta vez acompañados por Kazim y toda su familia. La presencia de los Sanli no es bien recibida por todos, y Ferit lanza un ultimátum a su abuelo Halis: o todos se quedan o Nükhet y Kaya se marchan. Halis opta por el silencio, pero Kazim, desafiante, deja claro que no piensa irse. Ante esta situación, Halis convoca a la familia y toma una decisión salomónica: todos deben colaborar para que los Sanli se sientan cómodos. Como parte de esa estrategia, ordena que los jóvenes viajen a Marmaris, supuestamente para revisar la tienda familiar, pero en el fondo para distender el ambiente.
El grupo parte en avión privado y llega en helicóptero. Al principio, todo transcurre con normalidad, pero las tensiones no tardan en aparecer. Tras visitar la tienda, Ferit critica duramente el lugar, alegando que no representa el espíritu de la marca. Su actitud desata el enojo de Seyran, quien se niega a seguirle el juego. En un gesto de rebeldía, se queda con Kaya, Suna y los demás, marcando distancia con su esposo.
Durante una noche tensa, Ferit y Abidin se cruzan con Seyran y Suna, que están algo ebrias. Ferit intenta reprenderlas, pero Seyran explota emocionalmente y revela delante de todos que Suna besó a Ferit en el pasado. El impacto de esta confesión deja a Suna y al propio Ferit sin palabras. Aun así, Seyran logra reconciliarse con su hermana, gracias a la mediación de Asuman.
Más tarde, durante una cena, Seyran luce un vestido provocador que molesta a Ferit. Al ver cómo ella se divierte con Kaya, el joven pierde el control, la carga al hombro y la saca del restaurante. Ya en el hotel, la discusión entre ellos escala. Ferit la acusa de haber perdido su esencia, mientras que Seyran, dolida, le reprocha que su falta de confianza la hiere más que cualquier cosa. En un gesto de frustración, Seyran se marcha sola a la playa.
Paralelamente, Kazim discute con Halis por la parte de la herencia de Ferit, lo que añade más leña al fuego. Suna también confronta a Abidin, molesta porque él la ha juzgado sin conocer su pasado. Al día siguiente, con un ambiente más sereno, Ferit y Seyran comparten un momento íntimo bañándose en el mar. Durante el desayuno, llega una inesperada noticia: Seyran ha sido admitida en la universidad. El responsable de esta sorpresa es Kaya, quien lo había gestionado en secreto. Emocionada, Seyran corre a abrazarlo. Este gesto enciende la ira de Ferit, quien no soporta la cercanía entre su esposa y su primo.
La tensión entre los primos escala rápidamente. Kaya se interpone para proteger a Seyran de la rabia de Ferit, marcando el inicio de un conflicto abierto entre ellos. Este momento desencadena una serie de eventos que cambiarán la dinámica familiar para siempre.
En el episodio anterior, Ferit había reaccionado con violencia tras ver a Seyran en compañía de Kaya. En un arrebato de celos, golpeó a su primo justo cuando Halis entraba en la habitación. El patriarca, al ver el comportamiento de Ferit, no dudó en abofetearlo. Esta acción marca un punto de quiebre definitivo entre Ferit y su familia. Herido en su orgullo, Ferit se marcha de la mansión acusando a su abuelo de haber destruido todo vínculo entre ellos.
Kazim, viendo la oportunidad, se lleva a Ferit y a Seyran con él. Mientras tanto, Kaya se siente desbordado por la tensión y confiesa a su madre Nükhet que no sabe cómo manejar la situación. Ella insiste en que permanezca firme, recordándole que tienen una promesa que cumplir: devolver el equilibrio a la familia.
Nükhet intenta suavizar la situación llevando a Kaya a casa de Kazim para ofrecer disculpas. Aunque parece sincera, Ferit no confía en sus intenciones y no oculta su desprecio. Durante el encuentro, ridiculiza sus palabras y deja claro que no piensa convivir con ellos bajo el mismo techo.
Ferit intenta contactar con su abuelo a través de Abidin. Más tarde, tiene una cita con Talih, pero la situación se complica aún más cuando Seyran aparece inesperadamente y escucha cómo Ferit la culpa de todo su estrés. La discusión no tarda en trasladarse a la mansión, donde Ferit intenta impedir que Seyran entre, aunque termina cediendo.
Sin que ella lo sepa, Sultan manipula su café por órdenes de Ifakat, dejando claro que las intrigas dentro de la casa están lejos de terminar. Más tarde, Ferit habla con su abuelo y le pide independizarse, reclamando su parte de la herencia. Halis es tajante: quien no viva bajo su techo no tiene derecho a nada.
Ante la negativa, Ferit toma una decisión radical. Regresa con Seyran a casa de Kazim con un nuevo plan. Al día siguiente, vuelve a la mansión Korhan, esta vez acompañado por toda la familia de Seyran. Declara que todos vivirán allí juntos, marcando el inicio de una tensa convivencia que amenaza con reabrir viejas heridas.
Sin embargo, el corazón de este nuevo conflicto no solo reside en los choques familiares, sino en la figura de Kaya. Su apoyo incondicional a Seyran, su regalo universitario y su disposición a enfrentarse a Ferit lo convierten en el nuevo eje del drama. Mientras Ferit ve su posición amenazada y su orgullo herido, Seyran comienza a ver en Kaya al único capaz de ayudarla a alcanzar sus sueños.
Así, el sueño universitario de Seyran, hecho realidad gracias a Kaya, no solo simboliza un paso hacia su independencia, sino que desata una nueva guerra emocional y familiar que marcará el rumbo de Una nueva vida. ¿Podrá Ferit recuperar la confianza de Seyran o el vínculo entre ella y Kaya cambiará el destino de todos?