En los próximos capítulos de Una nueva vida, la relación entre Seyran y Ferit llega a un punto de quiebre marcado por una traición inesperada. Todo se desata cuando Kaya, el primo de Ferit, interfiere en los planes universitarios de Seyran. Aunque su intención parece noble, su intervención tiene consecuencias devastadoras para la estabilidad de la pareja.
Ferit, al descubrir que Kaya ayudó a Seyran con su inscripción universitaria, reacciona con furia. Considera que su primo ha cruzado una línea, invadiendo un ámbito que corresponde únicamente a su relación con Seyran. La discusión se torna agria, con Ferit acusando a Seyran de no ser honesta y de aliarse a espaldas suyas con su rival.
Seyran, por su parte, no se queda callada. Le recrimina a Ferit su actitud autoritaria y posesiva, defiende su independencia y afirma que no quiere que su vida esté dictada por los celos y el control. La joven se encuentra entre el deseo de cumplir sus sueños académicos y la presión de su entorno, especialmente la de su padre Kazim, quien también se opone con violencia a su decisión de estudiar.
El ambiente en la mansión Korhan es cada vez más hostil. Ferit impone condiciones estrictas para la convivencia, mientras Kazim amenaza a Nükhet y a Kaya para que se mantengan al margen de su familia. Sin embargo, Nükhet se defiende con firmeza, acusando a Kazim de hipocresía por exigir respeto mientras oprime a su propia hija.
La tensión no da tregua. Ferit, luchando también con problemas de salud, se ve emocionalmente sobrepasado. Seyran decide abandonar temporalmente la casa y busca consuelo en Ferit durante un emotivo encuentro en un barco. Aunque no le confiesa todo lo que ha vivido, sí le deja ver que se siente sola y necesita apoyo.
Mientras tanto, en la mansión, otras heridas también se reabren. Asuman revive su dolor por la pérdida de Fuat y, al regresar a su antigua habitación, se siente abrumada por los recuerdos. Encuentra comprensión en Nükhet, y ambas mujeres comparten un momento íntimo de tristeza.
En la esfera familiar, la disputa entre Ferit y Seyran continúa latente. Ferit intenta ceder, diciendo que la decisión sobre la universidad le pertenece a Seyran, pero el clima en la mesa familiar es tenso. Gülgün y Halis, en un raro momento de apertura, apoyan que Seyran estudie, pero ella, presionada emocionalmente, decide posponer sus planes por respeto a Ferit.
Por otro lado, Ifakat pone en marcha una estrategia para evitar un embarazo entre la pareja. Da instrucciones a Sultan sobre un medicamento que Seyran está tomando sin saberlo, y propone a Kaya formar una alianza. Él acepta, intrigado por la propuesta.
La única voz honesta parece ser la de Suna. Ella le pide a Ferit que no le corte las alas a su hermana y que la deje seguir sus sueños para que algún día sus hijos puedan admirarla por su valentía. Este llamado emocional parece tocar a Ferit, pero la realidad lo supera cuando descubre que Kaya ha llevado a Seyran a matricularse en la universidad sin consultarle.
Ferit, que ya había preparado una sorpresa en el campus —incluyendo la decoración del aula con bolígrafos rojos—, se ve sorprendido al encontrarse cara a cara con ambos. El momento, cargado de tensión, deja claro que la ruptura de confianza entre Ferit y Seyran es más profunda de lo que aparentan.
En paralelo, la mansión Korhan se convierte en un campo de batalla. Ferit exige a Halis que los Sanli se queden o que se vayan Nükhet y Kaya. Kazim, por su parte, se planta y dice que no se irá. En privado, Seyran se abre con Ferit y le confiesa que su amor por él fue la única razón que la llevó a rebelarse contra su padre.
Para calmar los ánimos, Halis propone un viaje a Marmaris. La escapada en avión privado y helicóptero parece una tregua, pero rápidamente se convierte en otro campo de disputa. La tienda que visitan no cumple con los estándares de Ferit, y su actitud crítica hiere a Seyran, quien decide quedarse con Kaya y Suna.
Esa noche, en un giro inesperado, Ferit y Abidin se encuentran con Seyran y Suna, algo ebrias. En medio del altercado, Seyran lanza una bomba: confiesa que su hermana besó a Ferit en el pasado. Este estallido emocional deja en shock a todos los presentes y complica aún más las cosas.
Seyran, arrepentida por su arrebato, busca reconciliarse con Suna y lo logra con ayuda de Asuman. Sin embargo, la tensión con Ferit no se disipa. Durante una cena posterior, Ferit se molesta al ver la ropa de Seyran y la saca del restaurante. En el hotel, la discusión se intensifica: Ferit la acusa de actuar de forma superficial y alejada de sus raíces, mientras ella le reprocha su falta de confianza.
Mientras tanto, Kazim y Halis pelean por la herencia de Ferit, y Suna estalla contra Abidin por sus juicios injustos. Ferit, arrepentido por su conducta, busca a Seyran en la playa y le declara su amor. Ella, aunque emocionada, le recuerda que aún no confía plenamente en él.
Al día siguiente, tras un momento de tranquilidad juntos, Seyran recibe la noticia de que ha sido admitida en la universidad. El responsable de esta sorpresa es Kaya. La joven, emocionada, lo abraza con fuerza, sin imaginar que este gesto será interpretado por Ferit como una nueva traición. En un estallido de celos y rabia, Ferit se lanza contra Kaya, quien se interpone, dispuesto a proteger a Seyran a cualquier precio.
Así, Una nueva vida avanza con una espiral de traiciones, secretos y emociones a flor de piel. El amor entre Seyran y Ferit parece tambalearse más que nunca, y el papel de Kaya en esta historia no hará sino complicarlo todo aún más.