Durante la semana del 23 al 27 de junio, Sueños de Libertad se sumerge en un torbellino de secretos revelados, traiciones emocionales, luchas de poder y una gran amenaza para Don Pedro: la aparición de documentos comprometedores que podrían ponerlo contra las cuerdas.

La semana arranca con Luz, quien decide dejar atrás el silencio y confiesa su mayor secreto a Gema: no es doctora, como todos creen. Le abre su corazón y revela un pasado lleno de dolor que ha ocultado durante años. Gema, lejos de juzgarla, se muestra empática y se crea entre ambas una poderosa conexión emocional que nace de sus heridas compartidas.

Mientras tanto, Pedro, que nunca tolera no tener el control, intenta descubrir quién es realmente Gabriel. Recurre a Tasio, pero solo logra confirmar lo evidente: el joven guarda un resentimiento profundo hacia su padre. En paralelo, la fábrica atraviesa una crisis cuando un empleado sufre un accidente y compromete la producción de perfumes para Cobeaga. Luis cae en la frustración, pero Irene, con su ternura característica, logra conectar con Cristina, iniciando una relación más cercana entre ellas.

Don Pedro, implacable, responsabiliza a Andrés por el accidente y le exige volver. Sin embargo, Andrés enfrenta un dilema: María, una vez más, intenta manipularlo emocionalmente para retenerlo a su lado. En paralelo, Carmen pide a Tasio que ayude a su hermano Chema a encontrar empleo en la fábrica. Aunque Tasio sospecha que solo quiere aprovecharse, una charla con Gaspar lo hace reconsiderar.

Damián, por su parte, observa con agrado cómo crece el vínculo entre Irene y Cristina. Aunque le promete que no lastimará a la joven, Irene aún no logra confiar del todo en su hermano.

La tensión aumenta cuando Pelayo y Marta regresan de una jornada de caza con noticias positivas. Sin embargo, Marta teme que la ascendente carrera política de su esposo cree un abismo entre ellos y Fina. Damián, optimista, ve este cambio como una oportunidad para todos.

En otra línea, Joaquín descubre que Luis le ha ocultado información importante sobre Luz. Aunque logra calmarse al escuchar las razones, decide no parar hasta descubrir qué oculta Don Pedro. La búsqueda de la verdad se convierte en su obsesión.

Al mismo tiempo, Luz le sugiere a Andrés que lo mejor para María sería un ingreso temporal en una residencia especializada. Andrés, después de mucho dudar, acepta. Pero María reacciona con furia: lo acusa de querer deshacerse de ella y lo enfrenta con lágrimas manipuladoras. Lejos de ceder, Andrés toma la decisión por su bienestar.

Entonces María toma una decisión radical: finge un intento de suicidio para retenerlo y evitar el ingreso. Begoña, que observa desde la distancia, comienza a sospechar que todo es parte de una nueva estrategia manipuladora.

Por otro lado, Irene le confiesa a Digna que aunque ha hecho las paces con Pedro, no acepta que sigan ocultando la verdad a Cristina sobre su origen. Digna intenta justificarlo revelando un secreto familiar entre los Merino y los De la Reina que, según ella, legitima el silencio.

Las consecuencias del accidente siguen golpeando a la fábrica. La reunión con la aseguradora fracasa por la ausencia de Andrés, quien está completamente atrapado por la crisis con María. Mientras tanto, el diseñador de Cobeaga rechaza rotundamente las muestras preparadas por Luis y Cristina, lo que lleva a la ruptura inmediata del contrato.

Irene, influida por Pedro y Digna, casi cede a sus argumentos, pero una historia personal que le cuenta Damián le cambia la perspectiva. Por su parte, Chema entra a trabajar en la fábrica gracias a Tasio, aunque se obsesiona con conquistar a Claudia y no se adapta al puesto. Fina, en un gesto de confianza, anima a Marta a apoyar la candidatura de Pelayo como gobernador civil.

Joaquín, cada vez más determinado, presiona a Irene sobre el caso Gorriz, y aunque ella intenta ocultarlo, su incomodidad delata que sabe más de lo que dice. Mientras tanto, María continúa su juego emocional: se presenta como víctima y ruega a Andrés que no la ingrese. Pero Begoña, convencida ya de que todo ha sido una farsa, empieza a actuar.

En la sombra, Gabriel cumple su parte del plan: entrega dinero a Salcedo, el hombre atropellado, para neutralizar el conflicto legal. Don Pedro, preocupado por el impacto en su imagen, confiesa a Digna por qué Andrés faltó a la reunión clave.

El punto de quiebre llega cuando Joaquín, ayudado por Tasio, contacta a un exempleado cercano a Gorriz. Gracias a su testimonio, se infiltra en la casa de Pedro y Digna y encuentra documentos comprometedores que podrían vincular directamente a Don Pedro con la desaparición de Gorriz. Con esas pruebas en mano, Joaquín se presenta ante el sargento Pontón para exigir una investigación oficial.

Mientras tanto, el ambiente se caldea. Begoña interroga con sutileza a Manuela y Raúl. Sus respuestas, demasiado perfectas, no hacen más que confirmar sus sospechas: María ha manipulado todo y no lo ha hecho sola. Luz se enfrenta a su examen de medicina, y la familia Merino la apoya con una cena sorpresa, emocionados por su esfuerzo.

En la fábrica, Irene admira a Cristina, pero también siente una punzada cuando ella habla con cariño de su madre adoptiva. Irene, aunque quiere contarle la verdad, se detiene al ver cuánto la quiere.

Chema, por su parte, sigue intentando acercarse a Claudia, mientras Raúl empieza a desconfiar de sus intenciones. En medio de todo esto, Begoña confronta a María directamente y la acusa de fingir su suicidio. María no se inmuta: lo admite con frialdad y dice que fue un castigo para Andrés.

Don Pedro, atento a todo, observa con creciente desconfianza la creciente complicidad entre Pelayo y Cobeaga. Mientras Gabriel le informa a Damián que el problema legal está resuelto, Damián, entusiasmado, le propone formalizar su rol como abogado oficial de la empresa. Pedro, sin embargo, no se fía. Organiza una reunión privada con Gabriel, donde el joven se muestra desafiante, lo que refuerza las sospechas del empresario.

En el cierre de la semana, María revela una confidencia a Raúl, quien corre a buscar a Gema. La conversación entre ambas mujeres es profunda y ofrece una chispa de esperanza. Luz regresa de su examen con incertidumbre, y Begoña le revela la verdad sobre María. Lo que aún no sabe es que la relación entre Raúl y María podría esconder algo más.

Por último, Julia quiere ver a María, pero Begoña se lo impide. Sin embargo, la niña nota que las heridas en el cuerpo de María no coinciden con la versión oficial. La verdad, aunque manipulada, comienza a salir a la luz.

Con la aparición de documentos comprometedores en manos de Joaquín, la caída de Pedro podría estar más cerca que nunca. La red de secretos, engaños y traiciones amenaza con derrumbar la fachada que tantos se han esforzado en mantener. La semana cierra con un aire tenso y la certeza de que la verdad está a punto de explotar.