La semana del 18 al 22 de agosto en Sueños de libertad viene cargada de revelaciones, traiciones, secretos y decisiones que marcarán para siempre el destino de los protagonistas. En especial, el sufrimiento silencioso de Fina, atrapada en una red de manipulación urdida por Pelayo, será el eje de los capítulos que conmocionarán a los seguidores de la serie.
Lunes 18 de agosto: nuevas oportunidades y viejas heridas
Begoña y Gabriel comienzan a dar pasos hacia una nueva historia juntos. Luz, atenta, anima a su amiga a dejar atrás los fantasmas de sus relaciones pasadas y a permitirse sentir otra vez. Mientras tanto, Julia acompaña a Teo en su lucha contra el acoso escolar, un conflicto que promete traer aún más tensiones familiares.
En el otro frente, Andrés, incapaz de aceptar que Begoña pueda rehacer su vida, se hunde en los celos, mientras Damián le exige serenidad y fortaleza para no repetir errores del pasado. El amor, la rivalidad y la esperanza se entremezclan en un triángulo que empieza a definirse con mayor claridad.
Irene, por su parte, destapa la verdadera identidad de José Gutiérrez, obligando a Damián a desvelar antiguos secretos familiares. Esta revelación desencadena una confrontación directa con Pedro, que marcará un antes y un después en la vida de Irene.
La jornada culmina con una aparente celebración: Fina organiza una sesión fotográfica de ensueño con Marta y Pelayo, proyectando la imagen de un matrimonio perfecto. Sin embargo, detrás de las sonrisas y las copas de vino se esconde un pacto oscuro. Fina pronuncia unas palabras que suenan a despedida, presagio del calvario que está por enfrentar.
Martes 19 de agosto: la amenaza regresa
Gabriel busca tender puentes con Andrés, pero aunque este reconoce la felicidad de Begoña, no puede ocultar su dolor. En paralelo, la cercanía entre María y Gabriel empieza a ser cada vez más evidente, despertando suspicacias en quienes los rodean.
Digna, preocupada por la repentina desaparición de Irene, exige explicaciones. Pedro culpa a Damián y se presenta como víctima, cuando en realidad sus acciones en el pasado están directamente vinculadas con la tragedia que persigue a la familia.
La tranquilidad de la colonia se rompe con un giro inesperado: Santiago, fugado de prisión, reaparece con un objetivo claro: vengarse de Marta, Pelayo y Fina. En la Casa de los Montes, lo que parecía una cita social se transforma en una amenaza letal. El peligro es real y acecha demasiado cerca.
Miércoles 20 de agosto: un destino truncado
Santiago, decidido a cometer un crimen brutal, se enfrenta a un giro imprevisto que cambia el curso de su plan. La Guardia Civil confirma lo que todos temían: se fugó durante un permiso para asistir al funeral de su abuela y no regresó. La colonia entera queda en estado de alerta.
Mientras tanto, la crisis sanitaria en la fábrica se agrava. Luz y Begoña comprenden que Pedro oculta información y se proponen advertir a la junta directiva. La tensión laboral se mezcla con el temor a una tragedia mayor, pues los obreros comienzan a enfermar de manera alarmante.
En el terreno personal, Begoña y Gabriel consolidan su relación, compartiendo confidencias y renovadas ilusiones. Pero el dolor de Andrés es tan profundo que hasta María, incapaz de soportar la presión, está a punto de dejar escapar su mayor secreto.
Fina, en paralelo, se encuentra en un callejón sin salida: Pelayo, con su habitual manipulación, continúa apretando el nudo del chantaje. Ella, sin revelar nada a Marta, empieza a preparar una despedida silenciosa.
Jueves 21 de agosto: dudas, traiciones y miedos
María escucha accidentalmente una llamada de Gabriel que siembra nuevas dudas: ¿es posible que él tenga intereses ocultos vinculados a la crisis sanitaria? Aunque Gabriel lo niega, la sombra de la desconfianza crece en ella.
Luz y los trabajadores presionan para cerrar el área de saponificación, pero Pedro maniobra para encubrir sus responsabilidades, culpando incluso a Damián. La tensión en la junta estalla, y los enfrentamientos personales se mezclan con la desesperación de los obreros.
Marta y Fina, mientras tanto, viven bajo una amenaza constante. Pelayo, que aparenta calma y seguridad, las empuja a actuar con naturalidad frente a los demás, aunque Fina apenas puede soportar la presión. Cada gesto, cada mirada de Pelayo, es un recordatorio cruel del chantaje que la consume por dentro.
Ese mismo día, Cristina recibe un sobre misterioso que la deja atónita, mientras en su mente resuenan las advertencias de su madre sobre los riesgos de confiar demasiado.
Viernes 22 de agosto: el sacrificio de Fina
El desenlace de la semana llega con una carga dramática insoportable. Pelayo, aprovechando la vulnerabilidad de Fina, la acorrala hasta empujarla a un punto sin retorno. Ella comprende que no tiene salida: si habla, Marta sufrirá; si calla, su propio destino quedará sellado. La dependienta, rota por dentro, decide lo más doloroso: abandonar a Marta en silencio, sin revelarle jamás que todo es consecuencia del chantaje de Pelayo.
Antes de marcharse, le deja entrever palabras de despedida disfrazadas de normalidad, un gesto que Marta no logra descifrar. Su partida es un sacrificio, un intento desesperado por proteger a quien ama, aun a costa de perderla para siempre.
Mientras tanto, en otro ángulo de la trama, Gabriel y Begoña viven una cercanía cada vez más intensa. Las sesiones de rehabilitación que comparten hacen crecer la atracción hasta volverse imposible de ignorar. María, aunque se ilusiona con su aparente recuperación física y su relación con Andrés, esconde su mejoría por miedo a que él se aleje.
La crisis de salud en la fábrica explota finalmente: los peritos confirman que la causa está dentro de las instalaciones y el área debe cerrarse de inmediato. El destino de cientos de trabajadores queda en manos de decisiones cargadas de intereses y traiciones.
En medio de todo este caos, el sacrificio de Fina se erige como el acontecimiento más devastador: se va sin contarle a Marta la verdad, llevándose consigo el peso del chantaje de Pelayo. Nadie imagina hasta dónde está dispuesta a llegar por amor y silencio.
👉 Esta semana en Sueños de libertad nos deja un sabor agridulce: mientras nacen nuevas esperanzas en las parejas y la fábrica enfrenta un futuro incierto, la historia de Fina y Marta se tiñe de tragedia. El chantaje de Pelayo ha logrado su cometido, separando lo que parecía inquebrantable y demostrando que, en este universo, la libertad siempre tiene un precio demasiado alto.